Por Excélsior
La Prensa
Las autoridades rusas anunciaron el viernes que evacuarán cinco pueblos próximos a la frontera con Ucrania en la región de Bélgorod, vecina a la de Kursk, donde las tropas ucranianas realizan una sorpresiva incursión desde hace diez días.
«A partir del 19 de agosto, bloquearemos el acceso a cinco localidades, evacuaremos a los residentes y ayudaremos a transportar sus pertenencias», indicó en Telegram el gobernador de Bélgorod, Viacheslav Glédkov, precisando que también se bloqueará «temporalmente» el acceso a otra aldea.
Ucrania aseguró el viernes que sus tropas siguen avanzando en la región rusa de Kursk e indicó que uno de los objetivos de la inédita ofensiva es forzar a Moscú a entablar negociaciones «justas» para poner fin a dos años y medio de guerra. Las tropas ucranianas lanzaron el 6 de agosto un ataque sorpresa en esa zona fronteriza, en la mayor incursión de un ejército extranjero en suelo ruso desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
El comandante del ejército ucraniano, Oleksandr Sirski, afirmó el viernes que sus tropas «siguen combatiendo y en algunas zonas han avanzado de uno a tres kilómetros». El jueves, había indicado que ya controlaban mil150 km² y 82 localidades rusas, entre ellas Sudzha, a 10 km de la frontera y punto clave para el envío de gas a países de la Unión Europea a través de Ucrania.
La operación llevó a territorio ruso la guerra que se inició en febrero de 2022, cuando Rusia invadió Ucrania, apoderándose de vastas regiones del este y del sur de la exrepública soviética. Ucrania expuso varias razones para justificar su asalto, entre ellas la de obligar a Moscú a retirar tropas de otras partes del frente o la de crear una «zona de amortiguamiento» para protegerse de los bombardeos desde territorio ruso.
Pero cada vez está más claro que Kiev también pretende utilizar los territorios rusos tomados como moneda de cambio en posibles negociaciones con el Kremlin.
«La herramienta militar es usada objetivamente para persuadir a Rusia de entrar en un proceso de negociaciones justas», afirmó el viernes Mijaílo Podoliak, consejero del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
Un diplomático ucraniano ya había instado el martes a Rusia a aceptar «una paz justa», bajo las condiciones de Ucrania.
Las negociaciones están completamente estancadas desde el inicio del conflicto, debido a exigencias difícilmente conciliables. Zelenski indicó que quiere elaborar un plan antes de las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos, su principal aliado, que sirva de base para una futura cumbre de paz.
El mandatario repite que la paz solo es posible si el ejército ruso se retira completamente del territorio ucraniano, incluida la península de Crimea que Rusia se anexionó en 2014. Su homólogo ruso, Vladimir Putin, condiciona las negociaciones a que Ucrania ceda los territorios ocupados por las tropas de Moscú y renuncie a ingresar en la OTAN, requisitos inaceptables para Ucrania y sus aliados occidentales.
«Lo hemos dejado todo atrás»
Al menos a 12 civiles murieron y 121 resultaron heridos en los primeros días de la ofensiva ucraniana, según las autoridades rusas, que no actualizan el balance desde el lunes. Moscú afirma que más de 120.000 personas han sido desplazados por el ataque y los combates.
Las autoridades rusas anunciaron además que a partir del lunes evacuarán cinco pueblos próximos a la frontera con Ucrania en la región de Bélgorod, vecina a la de Kursk. En la ciudad de Kursk, alejada de los combates, decenas de personas se hacinaban el jueves en un centro de alojamiento temporal.
«No sabemos qué hacer. Lloramos día y noche», declaró Zinaida Tarasiuk, una jubilada de 70 años. «Lo hemos dejado todo atrás».
Las evacuaciones, con medios propios o con ayuda de las autoridades, se producen mientras continúan los combates en la región. Un bombardeo ruso mató el viernes a dos trabajadores humanitarios rusos que participaban en una evacuación, según su organización.
Avance ruso en el este
Aunque la ofensiva acapara la atención, la mayoría de los combates sigue produciéndose en el este de Ucrania, donde las tropas rusas mantienen la iniciativa frente al ejército ucraniano falto de efectivos y munición. Moscú reivindicó el viernes la toma de otro pueblo, Serguiivka, a unos 15 kilómetros de Pokrovsk, eje logístico en la ruta hacia los bastiones de Chasiv Yar y Kostantinovka.
El martes, las fuerzas rusas informaron de la captura de otro pueblo en este sector, donde avanzan desde principios de mayo. El ejército indicó el viernes que frustró por la noche un ataque con 12 misiles estadunidenses ATACMS disparados por las fuerzas ucranianas contra el puente de Crimea, que une esa península a Rusia.
Por otra parte, las autoridades rusas de ocupación indicaron que siete civiles resultaron heridos en un ataque ucraniano contra un centro comercial en Donetsk, una gran ciudad del este de Ucrania bajo control de Moscú desde 2014.