“Recién ordenado una persona me regaló una imagen de la Virgen de Fátima, y siempre está aquí, la muevo poco, jamás me imaginé que ahora voy a ir a su parroquia”, expresó el Sacerdote monclovense
Oscar Ballesteros
La Prensa
Una serie de «Diosidencias» han sido las que han marcado el camino del sacerdote Jesús Eduardo Neri Frías, párroco que tras 19 años de servicio en la iglesia de ‘Santiago Apóstol’, dejará este templo, conocido como el más emblemático de la Región Centro y ahora servirá en la parroquia de ‘Nuestra Señora de Fátima’ en Saltillo.
El conocido en su comunidad únicamente como Padre Neri, nació en Monclova un 24 de diciembre de 1996 y creció en la colonia Obreras, siendo hijo de un obrero de Altos Hornos de México (AHMSA), siendo desde ahí el inicio de estas coincidencias, que él adjudica a Dios que lo han llevado a desarrollarse desde 1996 en su servicio sacerdotal.
“Cuando mi papá busca casarse con mi mamá, mi abuela le dice «hasta que usted tenga un trabajo estable yo le doy la mano de mi hija», pasan los meses y le hablan de Altos Hornos para decirle que su solicitud ha sido aceptada, ya dentro se entera que fue porque un obrero decidió salirse para irse al Seminario, años después nos enteramos que había sido el Padre ‘Chilo’, Isidro Luna Morán” empezó su relato.
Una vez ordenado por el Obispo vigente, Francisco Villalobos pasó 3 años en servicio dentro del Seminario y posteriormente su primera encomienda en una comunidad fue en una parroquia de Castaños, la cual estaba a cargo del personaje ya mencionado el Padre “Chilo” con quien compartió su primera experiencia sacerdotal por 1 año.
“Él fue mi primer párroco, yo llegué con él, también sería él que sin saber le celebró la misa de cuerpo presente a mi papá, gracias a que él fue sacerdote, mi papá pudo entrar a AHMSA, se pudo casar con mi mamá y finalmente concebirme, para luego regresar con él a vivir mi primera experiencia en una comunidad sacerdotal, es a lo que llamamos «Diocidencias»” dijo en una siguiente parte de su historia.
Tras esto, continuaría su recorrido en su parroquia de origen ‘San José Obrero’ puesto que es la más cercana a su hogar en ese momento, esto por casi 3 años y posteriormente el nuevo Obispo, Raúl Vera le solicitaría ir a la iglesia de ‘San Patricio’ en Saltillo, por lo que no será su primera experiencia en la capital de Coahuila, y después de 3 años, llegaría a la comunidad de ‘Santiago Apóstol’.
“Nunca en mi vida pensé que iba a estar de párroco aquí en Santiago Apóstol, porque antes de venir estaba el padre Gilberto Almaraz con su gran trayectoria, cuando me dice el obispo que venga le digo “pero avísele al Padre Almaraz” me dice “no vas a ayudarle, tú te vas a quedar en su lugar”, no se acostumbraba en esos tiempos poner Padres relativamente nuevos en este tipo de templos” explicó.
VIVE AÑOS DESAFIANTES EN SANTIAGO
Como parte del desarrollo en esta parroquia -compartió- apenas en su segundo día de haber llegado, feligreses de la zona le entregaron un oficio para atender una anomalía en la infraestructura puesto que, si ocurría una desgracia por la misma, la responsabilidad sería de él, lo que llevó a consultar al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el templo se tuvo que cerrar por 7 años.
Durante el mismo periodo, la capilla de la Ermita, la cual usaban para celebrar sus misas, sufrió daños por el Huracán Alex y también tuvo que cerrarse por al menos 7 meses por su reparación y exploraron múltiples alternativas con el objetivo de seguir celebrando las homilías con su comunidad.
“La gente que venía a misa aquí se acordará dónde las celebrábamos, afuera del edificio, en los atrios, en la Plaza Principal, en el salón Los Caballeros de Colón, fueron años difíciles (…) pero yo creo que los espacios son finalmente ambientes que tú vas construyendo con la gente en vida y fe, no hay templo chiquito, ni templo feo, es la comunidad lo más importante” manifestó Neri Frías.
LA IMAGEN DE LA VIRGEN DE FÁTIMA
Con el reciente anuncio de ir a servir a la iglesia de ‘Nuestra Señora de Fátima’ en Saltillo -compartió- también existe una relación de antecedentes entre la imagen y espacio de esta parroquia ya que, de pequeño, al visitar a su única tía materna, este era el templo más cercano y donde vivían las misas en sus visitas familiares, así como la Virgen de Fátima es la imagen que lo acompaña desde su ordenamiento.
“Recién ordenado una persona me regaló una imagen de la Virgen de Fátima, y siempre está aquí, la muevo poco, jamás me imaginé que ahora voy a ir a su parroquia (…) curiosamente cuando era niño, mi mamá sólo tiene una hermana y vive a unas 3 cuadras de la iglesia, la acompañábamos a esa parroquia y ya siendo seminarista, seguíamos yendo a la misma, nunca pensé que iba a estar de párroco” finalizó.
