En improvisado altar, en el lugar donde la universitaria perdió la vida
Karla Cortez / La Prensa
SABINAS, COAHUILA.- El dolor se ha instalado en la calle Zaragoza, entre el 1 y 5 de mayo, en el corazón de la ciudad, donde una joven vida se apagó demasiado pronto. Ximena Cardona, de tan solo 20 años, perdió la vida el pasado fin de semana en un trágico accidente que conmocionó a la comunidad.
En un gesto de solidaridad y dolor compartido, ciudadanos han comenzado a colocar veladoras en el lugar exacto donde Ximena fue atropellada. Este improvisado altar, formado por pequeños ramos de flores y llamas titilantes, es una imagen que conmueve a quienes pasan por allí, un recordatorio palpable de la fragilidad de la vida.
A lo largo del día, las veladoras se multiplican. Es un acto simple, pero lleno de significado, llevado a cabo por amigos, familiares y personas que quizás nunca conocieron a Ximena, pero que comparten el dolor de su pérdida. Las flores frescas que acompañan a las velas parecen renovar el homenaje, como si cada nueva ofrenda fuese un susurro al viento pidiendo paz para el alma de la joven.
Los restos de Ximena descansan ahora en el panteón municipal de Minas de Barroterán, donde su familia, destrozada por el dolor, ora por su descanso eterno. Mientras tanto, en la calle Zaragoza, las velas siguen ardiendo, manteniendo viva su memoria en la luz de cada llama.