Rubén Moreira Valdez
Johann Baptist Metz nació en Welluck, Alemania, en 1928. Se ordenó sacerdote en 1954. Obtuvo doctorado en filosofía y en teología. Se desempeñó como profesor de Teología fundamental en las Universidades de Múnich y Münster. Fue cofundador de la influyente revista Concilium.
Discípulo de Karl Rahner, quien dirigió su tesis. A Metz se le conoce como el padre de la Teología política crítica. Su aporte se sitúa en el ámbito de la renovación que antecede y sigue al Concilio Vaticano II. Aquí, junto con otros grandes teólogos rebeldes, participó como asesor e intervino en la redacción de alguno de sus documentos claves.
En Sobre la Teología en el Mundo, de 1968, Metz sistematiza por primera vez su propuesta de la Teología política. Dice: «Entiendo por teología política un correctivo crítico frente a una tendencia extrema que la teología actual tiene a la privatización» y «Entiendo, a la vez por teología política el intento por formular el mensaje escatológico en las condiciones de nuestra actual sociedad».
La Teología política crítica se propuso: Establecer una nueva relación entre la Iglesia y el mundo, que necesariamente implica un diálogo permanente con la modernidad, y que debe asumirse conscientemente la dimensión política de la fe, que nunca debe permanecer en silencio. Así los pobres eran sujeto de caridad y no objeto de liberación.
Para Metz, la Ilustración relegó a la religión y a la fe al ámbito de la acción privada. La teología, entonces, se alejó del mundo y se hizo apolítica. Frente a esta situación el teólogo reacciona con su propuesta de la Teología política que asume la dimensión de la realidad social y de la política.
La palabra de la fe no solo debe permanecer en el espacio de lo privado sino también de lo público. La teología, por lo mismo, debe reflexionar sobre las implicaciones públicas y sociales del mensaje cristiano. Debe responder a los desafíos que se le presentan desde el ámbito de los procesos históricos y sociales.
Hay una relación estrecha entre la Teología política de Metz y la Teología de la liberación de Gustavo Gutiérrez. La Teología política lo es de la liberación y la Teología de la liberación lo es de la política. Las dos proponen una nueva sociedad donde impere la justicia social, donde el Evangelio se haga realidad, donde el Reino se concrete en la tierra y la felicidad no sea solo una esperanza escatológica.
Del quehacer teológico Metz escribe: «La teología es un discurso sobre Dios en Alianza con el ser humano. Este Dios siempre ha querido una humanidad en “mayoría de edad”, liberada y libre. Es el Dios del Éxodo, el Dios del cual Jesús proclama su Reinado. Es el Dios de la Promesa de un mundo nuevo, de un futuro para toda la humanidad».
Metz muere el 2 de diciembre de 2019 en Münster, Alemania. Alguna vez se preguntó:“¿Cómo hacer teología o cómo rezar después del horror de Auschwitz?”. Él siempre vivió sin negar la realidad del mal y el sufrimiento, en la actitud fundamental de la fe cristiana de la compasión, de ser hermano solidario con el que sufre.
Un experto sobre él dijo. “Metz niega que todo sea redimible. Si fuera así, se suprimiría la responsabilidad histórica y moral de los que concibieron Auschwitz y el gulag triturando vidas inocentes”. El teólogo alemán nos recuerda que Jesús murió como pobre y no como rey.