Por Expansión
La Prensa
Osiel Cárdenas Guillén, quien fuera jefe del Cártel del Golfo y fundador del brazo armado de «Los Zetas», dejó de estar bajo la custodia de la Oficina Federal de Prisiones de Estados Unidos (BOP, por sus siglas en inglés), luego de que este viernes salió de prisión tras cumplir con una condena de 25 años de cárcel, acusado de narcotráfico, lavado de dinero y amenazas en contra de dos agentes federales de ese país.
Un portavoz de la BOP dijo a Reuters que Cárdenas fue liberado y «pasó a la custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE)».
Cárdenas Guillén fue detenido el 14 de marzo de 2003 y extraditado en enero de 2007 a Texas para enfrentar dichos cargos.
Osiel Cárdenas, de 57 años, se encontraba recluido en la penitenciaria de Terre Haute, en Indiana, pero este viernes, en el registro del BOP, aparece con fecha de liberación «Desconocida».
En 2009, el capo se declaró culpable de cinco cargos por tráfico de cocaína y marihuana, lavado de dinero y amenazas contra agentes de seguridad de Estados Unidos.
La fortuna del narcotraficante, fue calculada en casi 300 millones de dólares. A febrero de 2013, Estados Unidos le había decomisado 26 millones de dólares.
En febrero pasado, el exlíder del Cártel del Golfo solicitó un amparo para evitar ser detenido en México una vez que fuera liberado en Estados Unidos.
El magistrado del Primer Tribunal Colegiado de Apelación del Segundo Circuito, Jorge Mario Montellano Iturralde, concedió dicho amparo, para que se declarará la prescripción de un proceso en su contra por posesión de armas, ocurrido en 2003.
En la misma sentencia se rechazó declarar prescrita la acción penal por el delito de portación de arma de fuego, motivo por el que el caso sigue abierto.
Osiel Cárdenas no será deportado; permanecerá en Estados Unidos
Osiel Cárdenas Guillén, el exlíder del Cártel del Golfo, salió de la custodia del Buró Federal de Prisiones tras dejar este 30 de agosto la prisión de máxima seguridad en la que cumplía su condena por narcotráfico, pero ahora se encuentra en manos del Servicio de Inmigración y Aduanas de ese país (ICE, por sus siglas en inglés) y no será deportado a México, donde tiene cuentas pendientes.
Con ello, el también fundador de Los Zetas permanecerá de manera indefinida en Estados Unidos.
Conceden amparo a Osiel Cárdenas Guillén en México
Osiel Cárdenas Guillén buscó asegurar su libertad una vez que saliera de prisión en Estados Unidos y dejara de estar en custodia del Buró de Prisiones en ese país, por lo que tramitó un amparo para que se cerrara un proceso penal en su contra en México por posesión de armas.
En febrero de este año el magistrado instructor del Primer Tribunal Colegiado de Apelación del Segundo Circuito, Jorge Mario Montellano Iturralde, le dio la razón a la defensa del exlíder del Cártel del Golfo, la cual alegó que los delitos contra el exnarcotraficante ya prescribieron tras su detención y extradición a Estados Unidos en 2007, pero instruyó que otro tribunal analice de nuevo el caso y se vuelva a pronunciar.
¿Quién es Osiel Cárdenas Guillén, El Matamigos?
Osiel Cárdenas Guillén, era apodado como «El Loco», «El Patrón», «Padrino», «Memo», «El Viejón» y «El Mata Amigos», sobrenombre que adquirió luego de asesinar a su amigo y entonces jefe del Cártel del Golfo, Salvador Gómez Herrera, en 1998, a fin de obtener el control de esa organización delictiva.
El capo nació en Matamoros, Tamaulipas el 19 de mayo de 1967. Actualmente tiene 57 años. Cárdenas Guillén fue identificado como líder del Cártel del Golfo y de Los Zetas, grupo criminal conformado en la década de 1990 con exmilitares de élite.
En 2003, Osiel Cárdenas fue capturado por elementos del Ejército Mexicano y la entonces Procuraduría General de la República (PGR) en Matamoros, Tamaulipas.
El 7 de marzo de 2005 el gobierno mexicano concedió a Estados Unidos la extradición de Osiel Cárdenas, pero fue hasta en enero de 2007, que finalmente se llevó el traslado del capo.
Durante su juicio, Osiel Cárdenas se declaró culpable del cargo de narcotráfico, lavado de dinero y extorsión a agentes federales, a cambio le fueron retirados otros 12 cargos por narcotráfico.
Se le dio una sentencia de 25 años de prisión, sin derecho a libertad condicional, y se le impuso una multa de 50 millones de dólares, tras un proceso conducido a lo largo de tres años en completo secreto.
Osiel Cárdenas logró ser uno de los sicarios mexicanos más temidos por implementar estrategias violentas para tratar de mantener el control del tráfico de drogas.