Reforma
Las consecuencias de la reforma al Poder Judicial podrían ser «particularmente dolorosas» para la economía mexicana, pero la Presidenta electa, Claudia Sheinbaum, parece ser incapaz de frenar a su mentor, Andrés Manuel López Obrador.
Ese es el panorama que advierte The Economist en su publicación «AMLO’s dangerous last blast threatens Mexico», en la que asegura que el País está por convertirse en un «caso atípico mundial» por su nuevo sistema de justicia, pero no por las bondades, sino por el retroceso.
«Sheinbaum al principio parecía tener reservas sobre la elección de jueces por voto popular, antes de ofrecer un respaldo total. Pero su incapacidad o falta de voluntad para poner freno a su mentor está preocupando a los demócratas.
«Las consecuencias que heredará podrían ser particularmente dolorosas para la economía. La agitación y la incertidumbre están desanimando a los inversionistas», afirma.
Quizá, confía, en la legislación secundaría la próxima Mandataria, a quien califica como «aprendiz» de López Obrador, podría realizar algunos ajustes, principalmente sobre quién puede presentarse a las elecciones de jueces.
En el texto se asegura que, en política, el último mes de su gestión, los Presidentes son un «lame duck», un pato cojo que suele ser blanco de sus depredadores, pero en el caso del tabasqueño no, serán semanas de mayor poder, pues tendrá un Congreso que le aprobará la reforma al Poder Judicial y 17 iniciativas de gran impacto.
Sin embargo, considera, la más perjudicial es que jueces sean electos por el voto popular.
«Eso amenaza la democracia y la economía del país. Bajo la reforma, todos los jueces federales serían despedidos y reemplazados por voto popular, suplantando un sistema de exámenes profesionales y, en el caso de la Suprema Corte y los tribunales electorales, un proceso de nominación.
«Esto daría a Morena, y a cualquier futuro partido dominante, una inmensa influencia sobre los tribunales. La reforma abre aún más el sistema legal a la influencia indebida, a la corrupción y a la injerencia de las bandas criminales. Muchos temen que la calidad de los jueces decaiga: la reforma reduce sus salarios y reduce las calificaciones requeridas a un título de abogado con una nota alta», resume.
Todos, indica, están a favor de una reforma al sistema judicial, pues el 90 por ciento de los delitos no se denuncian, y del 10 por ciento restante existen pocas condenas.
También se coincide en que existen jueces corruptos, pero, advierte, la reforma no resuelve estos problemas, ni cómo mejorará las fiscalías, consideradas como la parte más débil del sistema.
«La reforma es típica del Presidente saliente: tirar al bebé junto con el agua de la bañera», dice tras criticar que incluso, Mario Delgado, líder de Morena, la califica como «un regalo» al Primer Mandatario.
Describe que esto ha provocado manifestaciones y paros de los empleados del Poder Judicial, además de la condena de Estados Unidos y de otros organismos internacionales, así como la preocupación de los mercados.
Sin embargo, lamenta, a López Obrador poco le importa, pues prefiere pausar su relación con las embajadas de Estados Unidos y Canadá antes que «suavizar» su reforma.
Insiste que no sólo el Poder Judicial está en riesgo, también organismos autónomos, además de que busca darle mayor poder a la Defensa Nacional y limitar el sector energético a los particulares.
«Sheinbaum ha estado tratando de cortejar a los inversores, consciente de que México necesita aprovechar una breve ventana para atraer a las empresas que buscan trasladarse más cerca de los Estados Unidos. Ha dicho a los observadores que no tienen ‘nada de qué preocuparse’. Pero sí lo tienen, y ella también», añade.