La popular red social no cumplió el jueves por la noche el plazo impuesto por un tribunal para nombrar a un representante legal en Brasil, tal y como exige la legislación loca, por lo que X dejó de funcionar en Brasil, uno de sus mayores mercados.
Una sala de cinco miembros del Supremo Tribunal Federal de Brasil votará el lunes si confirma la decisión del juez Alexandre de Moraes de cerrar la plataforma de medios sociales X en el país.
Moraes, a quien el propietario de X, Elon Musk, ha tachado de «dictador», ha convocado una sesión virtual de la primera sala del tribunal -de la que es miembro- para que sus pares puedan revisar su decisión.
El máximo tribunal brasileño tiene 11 jueces repartidos en dos salas de cinco miembros cada una, sin incluir al presidente. Pueden votar para mantener o rechazar las decisiones de un solo juez.
Los jueces Carmen Lucia, Luiz Fux, Cristiano Zanin y Flavio Dino forman parte de la primera sala junto a Moraes.
X dejó de funcionar en Brasil, uno de sus mayores mercados, en la madrugada del sábado por decisión de Moraes, que mantiene desde hace meses una disputa con Musk.
La popular red social no cumplió el jueves por la noche el plazo impuesto por un tribunal para nombrar a un representante legal en Brasil, tal y como exige la legislación local, lo que desencadenó la suspensión.
La disputa sobre X tiene su origen en una orden de Moraes de principios de este año que exigía a la plataforma bloquear cuentas implicadas en investigaciones sobre presunta desinformación y odio.
Musk ha argumentado que Moraes intentaba imponer una censura injustificada y cerró la oficina de X en Brasil en agosto, sin nombrar a un nuevo representante. El juez ha insistido en que las redes sociales necesitan regulaciones sobre la incitación al odio.
La última decisión de Moraes fue respaldada por el presidente del Supremo Tribunal Federal, Luis Roberto Barroso.
«Una empresa que se niega a nombrar un representante legal en Brasil no puede operar en territorio brasileño», dijo Barroso en una entrevista con el diario Folha de S.Paulo publicada el domingo.
POR: EL ECONOMISTA