Los participantes en un estudio realizado en Alemania, en tan solo 7 días, informaron de cambios positivos.
Psicólogos de la Universidad Ruhr de Bochum (Alemania) señalaron que tan solo con reducir en una hora al día el tiempo que pasamos mirando nuestros teléfonos no solo mejora nuestra salud mental, sino que también nos ayuda a sentirnos más felices y motivados en el trabajo. También constataron que combinar esta acción con la práctica de ejercicios, durante al menos 30 minutos, tiene un resultado positivo en estos aspectos del bienestar.
Aseguran que sus resultados son de especial interés para los empresarios, que a veces invierten mucho dinero en mejorar la satisfacción laboral y la motivación de sus empleados. «Estos factores son decisivos para la productividad de una empresa«, explicó Julia Brailovskaia, quien dirigió la investigación.
Cambios sencillos en la rutina diaria
La investigación partió de la base de que, en promedio, pasamos entre 3 y 4 horas al día al teléfono. Una muestra de 278 profesionales fue dividida en 4 grupos de experimentación.
Se le pidió a un grupo de usuarios de teléfonos inteligentes que redujera el uso privado del dispositivo en una hora al día durante una semana. Un segundo grupo no modificó el tiempo que interactuaba con el dispositivo, pero aumentó su actividad física diaria en 30 minutos. Un tercer grupo combinó el incremento de los ejercicios con la reducción del tiempo frente a las pantallas. Por último, el grupo de control no cambió en absoluto su rutina.
Todos los participantes completaron cuestionarios en línea antes de estas intervenciones, inmediatamente después y 2 semanas después de finalizado el período de intervención, proporcionando información sobre su bienestar, tanto en lo que respecta al trabajo como a la salud mental.
Resultados alentadores
En el conjunto que utilizó menos el celular (primer grupo) y quienes combinaron los ejercicios con la reducción del uso de los dispositivos (tercer grupo) los investigadores descubrieron que la satisfacción y la motivación en el trabajo, el equilibrio entre la vida laboral y personal y la salud mental habían mejorado significativamente.
Además, encontraron que la sensación de sobrecarga laboral y los síntomas del uso problemático del móvil se redujeron significativamente. Por otro lado, todas las intervenciones condujeron a una reducción de los síntomas depresivos y aumentaron la sensación de control de los participantes en relación con el grupo de control.
«Una reducción consciente y controlada del tiempo que los empleados pasan frente a una pantalla fuera del trabajo, combinada con una mayor actividad física, podría mejorar la satisfacción laboral y la salud mental de los empleados«, concluyen en el artículo con sus hallazgos, publicado la semana pasada en Acta Psychologica. Los autores consideran que ambas intervenciones «podrían incorporarse en el contexto laboral sin grandes esfuerzos y sin perturbar el proceso de trabajo».