Fue fundador de la Clínica 7 del IMSS, socorrista, campeón ciclista, boxeador, técnico en gastronomía, auxiliar de enfermería, dibujante industrial. Concluye la carrera de Criminología y va por más
Por Wendy Riojas
LA PRENSA
Basado en el consejo de su abuelo: “Piedra que no rueda hace pozo”, Don Librado Ramos Díaz, concluyó la carrera de criminología a la edad de 79 años en la Universidad INSUNTE de Monclova, ahora sueña con estudiar la carrera de eléctrico automotriz o músico.
Don Librado es una caja de sorpresas; fue fundador de la clínica 7 del Seguro Social donde escaló del departamento de intendencia a tesorería y paralelamente laboraba como socorrista en la Cruz Roja Mexicana.
Como socorrista vivió hechos trascendentales como la inundación de San Pedro de las Colonias, la explosión en la Mina de Barroterán y el Huracán Beoulah.
Además, fue ciclista profesional, boxeador, estudio taquimecanografía, técnico en gastronomía, inglés, dibujo industrial, auxiliar de enfermería y ahora criminólogo, próximo a entregar su tesis en la universidad Insunte.
¿QUIEN ES LIBRADO RAMOS DÍAZ?
Don Librado Ramos Díaz nació el 7 de febrero del año 1945 en Ciudad Anáhuac, Nuevo León. A la edad de 4 años su familia migró a San Juan de Sabinas y posteriormente a Mineral de Rancherías donde había una Mina.
Él recuerda: “Éramos muchos de familia, 16 o 17, a la edad de 9 años me salí de casa para no quitarle la tortilla a los más chicos y me fui a un rancho; ahí cuidaba cabras o chivas y después a otro rancho donde cuidaba vacas”.
Recuerda que estudio hasta quinto grado de primaria para ingresar a la carrera comercial de taquimecanografía en Nueva Rosita y un año después en 1962 llegó a la Ciudad de Monclova en compañía de unos primos.
“Empecé a trabajar limpiando escombros en las ahora oficinas del Seguro Social y posteriormente nos invitaron a pertenecer al IMSS. Recuerdo muy bien a la señora De la Peña, fue la que reclutó la mayor parte del personal en el inicio de funciones del IMSS”.
Y aunque inició en el departamento de independencia al analizar su expediente se dieron cuenta que sabía taquimecanografía así que lo pasaron al departamento de laboratorio, luego en archivo y después en tesorería.
“Fui escalando como auxiliar de oficina, ayudante de oficina, técnico, hasta que estuve como Tesorero en el seguro social, o sea soy Fundador del Seguro Social. También fui auxiliar de enfermería y me dieron la oportunidad de recibir un niño en la sala de expulsión”.
FUE UN GRAN
SOCORRISTA
Mientras laboraba en la clínica 7 del Seguro Social también trabajaba como operador de la Cruz Roja Mexicana donde recuerda haber participado en la inundación de San Pedro de las Colonias en el año 1968 y en la explosión de la Mina de Barroterán en el año 1969.
Así como en el fallecimiento de Daniel Campos Ontiveros, socorrista de la Cruz Roja Mexicana, entonces de 22 años, quien perdió la vida al tratar de rescatar a unas personas que estaban en medio del Río Monclova durante el huracán Beoulah.
Incluso Don Librado muestra recortes de periódicos con su fotografía que dicen: “El socorrista Librado Ramos Díaz quien permaneció por espacio de tres horas adentro de las impetuosas aguas del río a unos cuántos metros del infortunado Daniel, sin poder hacer nada por prestarle ayuda”.
TIENE MUCHOS ESTUDIOS
Tras jubilarse del Instituto Mexicano del Seguro Social en el año de 1992, decidió estudiar plomería, trabajo al que le dedicó 25 años de su vida laborando en Monclova, Frontera y San Buenaventura.
Posteriormente decidió estudiar técnico en gastronomía en la UTRCC, inglés en una escuela particular, dibujo industrial en el CECATI 9 y criminología en la Universidad Insunte de Monclova.
SE GRADÚA CRIMINÓLOGO
Su interés por estudiar la carrera criminología lo llevó a buscar una universidad; le recomendaron el INSUNTE ubicada en la calle Venustiano Carranza en la Zona Centro de la Ciudad donde decidió pedir información.
Y como anécdota recuerda: “Entré y le pregunté a la que está registrando ‘vengo a la carrera de criminología’ y me dijo ‘si como no, ¿Dónde está el alumno?’ Y le dije ‘Yo soy, ¿no puedo?’ Y me dijo ‘si, como no”.
Señala que la responsabilidad y la constancia son el secreto para concluir la carrera, ya que, él tomó clases presenciales y en línea durante la pandemia de Covid-19 cuando ya había ingresado a la universidad.
Aunque admite que fue difícil el uso de la tecnología: “Yo me quedé en el tiempo de las cavernas, no le entendía mucho al celular y el maestro te decía ‘ya les mandé lo que van a consultar’ y todos sacaban el celular”.
Sin embargo, señala que le pedía ayuda a sus compañeros hasta que aprendió a usar el celular, y en casa un familiar que le entiende mucho a la tecnología lo apoyó durante su carrera y señala ‘se llevo la mitad del mérito de la carrera’.
Al preguntarle si le gustaría ejercer respondió que si algún servicio público le solicita ayuda podría trabajar por honorarios, ya que, sabe de antemano que hay muy pocos criminólogos en Monclova y la Región Centro.
Y que ahora le gustaría estudiar eléctrico automotriz en el CECATI 9 o aprender a tocar la guitarra y cantar, basándose en el dicho de su abuelo “Piedra que no rueda hace pozo”,
AMA EL DEPORTE
También destaca su amor por el deporte, ya que, fue campeón estatal de ciclismo en el año de 1965, campeón de Box en la región centro, campeón de bases robadas en la novena del beisbol del IMSS.