La riqueza paleontológica de la entidad se consolida con 15 nuevas especies, reconocidas a nivel mundial
Por: Esmeralda Sánchez
Milenio/ LA PRENSA
SALTILLO, COAHUILA. – Al menos 12 son las especies de nuevos dinosaurios descubiertas por el Museo del Desierto en Coahuila desde su fundación, en tanto que el Museo de Paleontología de la Benemérita Escuela Normal Superior ha aportado tres más, lo que significa una riqueza de gran importancia para nuestra entidad, que es reconocida a nivel mundial por el trabajo de estos científicos.
El doctor Héctor Rivera Silva, jefe del Departamento de Paleontología del Museo del Desierto de Saltillo, explicó que desde sus inicios hace 25 años se ha trabajado en las exploraciones, excavaciones y reconstrucciones de restos de dinosaurios y otros vertebrados, invertebrados y plantas que se analizan en el laboratorio con que cuenta la institución.
“De vertebrados mesozoicos (son) alrededor de 12 más o menos; sin embargo, estamos hablando de que también hay género de invertebrados fósiles y de peces, entonces eso todavía sumaría muchísimos más para la colección paleontológica de Coahuila, que es resguardada aquí en el museo”.
Estas especies han sido localizadas en Coahuila, aunque también se han recibido donaciones de otras entidades de la República Mexicana cercanas a la nuestra y que conocen el trabajo realizado en el MUDE; en este sentido destacó que la exploración implica toda una logística ya que es necesario contar con permisos específicos.
“Ahorita la única institución que puede tener permisos de exploración paleontológica es el Museo del Desierto, ya que tenemos autorización del INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia), porque somos una institución coadyuvante desde hace varios años, y por ese motivo también podemos estar en varios lugares del estado”.
GEOLOGÍA DIFERENTE
La geología de Coahuila es diferente a la de otros estados del país, ya que cuenta con rocas sedimentarias que ayudan a la conservación y fosilización de los restos, de ahí que tenga esta riqueza paleontológica, difícil de igualar en el resto de la República Mexicana.
“Por ejemplo de Sinaloa y Jalisco, ahí está en la Sierra Madre Occidental la cual es meramente volcánica y eso ayuda a que no existan rocas sedimentarias en la superficie”.
Coahuila era un espacio de mar, una playa, “un lugar más o menos tropical, un delta de un río”, lo que le brindaba un ecosistema rico en especies terrestres y marinas, de las cuales apenas se ha encontrado una parte, incluyendo las de origen acuático “hay muchísimos aquí en el municipio de Saltillo, pero al sur ya se han encontrado reptiles marinos, en Múzquiz hay canteras con peces, en Acuña se han encontrado a Amonitas gigantes, en Acatita de Baján, en esa loma, hay fósiles marinos, donde sea”, expuso el investigador.
APORTACIÓN
Por su parte, el Museo de Paleontología de la Escuela Normal Superior de Coahuila, ha realizado al menos tres hallazgos importantes de nuevas especies, según informó la encargada del mismo, Belinda Espinoza Chávez. El museo se abrió alrededor de 1983 fundado por maestros normalistas que iniciaron exploraciones y localizaron fósiles y material arqueológico.
“Entonces se conformó un pequeño museo que solamente era esta primera sala, con el paso del tiempo se fue incrementando la colección de paleontología, ahora tenemos una sala de arqueología y un laboratorio de ciencias naturales”.
Se tienen dos investigadores asociados: Andrés Bermudez y Claudia Serrano; “actualmente hay 17 publicaciones científicas”, explicó Espinoza Chávez, y se tiene trabajo conjunto con el Instituto Nacional de Antropología, la Universidad Autónoma de México, la Universidad de Sonora, el Centro Simón Bolívar en la Ciudad de México y la Universidad de Guerrero.
MUSEO DEL DESIERTO
La importancia del Museo del Desierto como referente internacional nace de la rigurosidad de sus actividades, que incluyen un protocolo avalado por el INAH y alianzas con instituciones de Estados Unidos, Canadá e Inglaterra.
Los hallazgos de nuevas especies iniciaron 2001, con el Kritosaurus, mejor conocido como Sabinosaurio, el más completo que se ha encontrado en México; su hallazgo fue por parte del ingeniero Juan Pablo García, miembro de la agrupación “Paleontólogos aficionados de Sabinas”, que encontró 80 por ciento de su esqueleto, en el ejido El Mezquite en Sabinas, Coahuila.
Pertenece al grupo de los hadrosaurios comúnmente conocidos como “pico de pato”, y tiene una edad aproximada de 72 millones de años, llegó a medir 3.5 metros de alto por 12 metros de longitud.
En 2006 se localizó en Múzquiz el Muzquizopteryx Coahuilensis, un pterosaurio de casi 3 metros de envergadura, que fue encontrado por un trabajador en una cantera, en lajas, con una edad de 88 millones de años.
El Velafrons Coahuilensis, descubierto en 2007, fue el primer dinosaurio nombrado para Coahuila y pertenece a la familia de los hadrosaurios, conocidos también como dinosaurios Pico de Pato.
Este ejemplar pudo haber pesado 3 toneladas y medir un poco más de 7 metros de largo.
En 2008 se realizaron los trabajos del Parrasaurus Yacahuitztli, un fósil de reptil marino que se encontró el Rancho El Sombrerero, en la sierra de Parras, con una antigüedad de 150 millones de años.
Coahuilaceratops Magnacuerna, fue descubierto en 2010 por Claudio de León en una unidad de roca conocida como la Formación Cerro del Pueblo, cerca del ejido Porvenir de Jalpa, en General Cepeda. Cuenta con una antigüedad de aproximadamente 72 millones de años.
En 2017 se daba cuenta del hallazgo en el municipio de Ocampo del que sería nombrado como Yehuecauhceratops Mudei, representante de los Triceratops y vivió hace 65 millones de años.
Para 2018 se anunció el Acantolipan Gonzalezi perteneciente al género Nodosaurius y que vivió unos 85 millones de años.
En 2023, el MUDE intervino tras el hallazgo de restos paleontológicos en Nuevo León e informó que se trataba de una nueva especie de mosasaurio, animal marino que vivió hace 90 millones de años. El espécimen fue nombrado Yaguarasaurus regiomontanus, por el lugar en que fue localizado.
El 25 de septiembre del 2024, el MUDE informó de su último descubrimiento: el Labocania Aguillonae, una nueva especie dentro de la familia de los tiranosaurios, el cual fue encontrado hace 24 años en General Cepeda; éste habitó en Coahuila hace 72 millones de años.
Su nombre es en honor a la paleontóloga Martha Carolina Aguillón, cuyo trabajo en 2000 y 2003 en la comunidad de La Parrita, en General Cepeda, permitió localizar los fragmentos que llevaron a la identificación de este ejemplar.
Aunque no se trata de nuevas especies, también se pueden mencionar en 1999 el Latirhinus Uitstlani, montado para su exhibición en el museo en el mismo año; en su ficha técnica dentro se puede leer que es originario de Parras de la Fuente.
MUSEO DE PALEONTOLOGÍA
El Museo de Paleontología de la Normal Superior de Coahuila, también ha logrado hallazgos, el primero en 1986, de un Pico de Pato “pero en este no pudimos determinar a qué género, o a qué especie correspondía, porque los elementos diagnósticos, carecía de ellos”.
El Paraxenisaurus normalensis fue la segunda especie descubierta, un dinosaurio de aproximadamente 7 metros de largo cuyo hallazgo fue publicado en el 2020, “un carnívoro bastante poderoso”, parecido al avestruz actual, fue localizado en el municipio de General Cepeda y vivió hace 72 millones de años, tenía cabeza pequeña, pero no era corredor como estas aves, sino más bien de complexión pesada, su característica principal era un cuarto dedo en su extremidad trasera conocido como alux.
El tercer hallazgo y más reciente es el Coahuilasaurus Lipani, que surgió luego de que científicos de México, Estados Unidos y el Reino Unido, apoyados por una tesis realizada en la Escuela Normal Superior de Andrés Bermúdez, encontraron que un fósil ya encontrado y clasificado como Kritosaurus, era en realidad esta nueva especie de dinosaurio Pico de Pato, que mediría 8 metros y vivió a finales del Cretácico; se conoce por la parte delantera de un cráneo, y se diferencia de las especies emparentadas por tener un hocico muy corto y profundo y una serie de protuberancias en forma de dientes en el paladar.
