Hacen parodia de cortejo fúnebre, con ataúd y cruces, para evidenciar la farsa que señala que las pensiones no pueden ser menores al salario mínimo
Alberto Rojas Carrizales
LA PRENSA
Con la parodia de un cortejo fúnebre que ahora incluyó un ataúd y cruces, un grupo de adultos mayores ironizó que está “muerto” el Artículo 168 de la Ley Seguro Social el cual establece que las pensiones de invalidez, vejez o cesantía en edad avanzada, así como las asignaciones familiares y ayudas asistenciales, no pueden ser menores al 100 por ciento del salario mínimo.
Los hombres y mujeres de la Tercera Edad ejercieron la manifestación al exterior de la subdelegación del IMSS en Monclova donde en otras ocasiones han realizado una procesión con cruces en mano en señal de que la legislación al respecto está “muerta”, fue la tercera vez que lo hicieron, además de exhibir cartulinas y mantas con consignas alusivas a sus demandas.
Los días 8 de julio y 2 de septiembre la parodia la realizaron en Monclova y el 4 de septiembre en Saltillo al exterior de la delegación en Coahuila de la Procuraduría de la Defensa del Trabajo exigiendo cumplimiento a compromisos de apoyar en la redacción de demandas contra el IMSS ante el Tribunal Laboral Federal para demandar pensiones dignas.
El representante Raymundo Romo, indicó que leyó una proclama dirigida a la Presidenta entrante Claudia Sheinbaum con el propósito de solicitar su intervención para que se aplique la justicia social con los trabajadores retirados que en este caso fluctúan entre 70 y 80 años de edad y que laboraron intensamente en la fase industrialización en Monclova.
Algunos de los manifestantes están en espera de alistar las demandas de carácter laboral tomando en cuenta que sus ingresos son en la inmensa mayoría de los casos desde 3 mil a 4 mil pesos mensuales. Dijo que, entre otras cosas, algunas empresas no registran con el salario real a sus trabajadores ante el IMSS, sino con el mínimo causando severa afectación para promediar la pensión.
Señaló que al Presidente Andrés Manuel López Obrador en dos ocasiones le fue entregado presencialmente una carta recordando su compromiso de ajustar las pensiones, pero que al cierre de su sexenio no hubo respuesta.