Por: Héctor Garza Martínez
Siempre nos han dicho que si lo imaginamos se hace realidad. Nos han dicho, que nos imaginemos las cosas y las obtendremos, nos han dicho, que te imagines rodeado de dinero, de lujos, excesos y excentricidades, que eso es lo que todo magnate en subdesarrollo desea.
Imagina que viajas y no solo a un lugar, sino a todo el mundo como los millonarios, tal cual cazador excéntrico que viaja por el mundo en busca de la Gloria. ¿Qué pasaría si te imaginaras el cuerpo más maravilloso del mundo, la sonrisa soñada, los labios carnosos y ojos azules donde abundan los cafés?.
Imaginemos que gozamos del poder, así como pasa en las películas, donde los poderosos gozan de cualquier privilegio, ¿sería padre no? cuánta emoción en esas vidas; tener el mejor carro, el celular más nuevo, y los viajes por todo el mundo, zapatos Ferragamo, bolsas Gucci, quizá algún amor escondido para vivir más emociones, alcanzar la libertad económica y el fin de nuestros problemas, todo lo que deseamos si te lo imaginas sucederá, sean cosas positivas o negativas, siempre que tú lo imagines, así va a suceder y esto nos lo dicen incansablemente en los reels, publicaciones, videos y películas, que abundan en las redes sociales, como aquella muy famosa llamada “El Secreto”, en las cuales te dicen que si te lo imaginas, tarde o temprano sucederá o como el autor de varios “Best Seller,” Paulo Coelho el cual escribió que cuando deseas algo con mucha fuerza “el universo conspira para que lo obtengas”, ¡vaya frase! muy profunda, tan profunda como el deseo de tenerlo todo.
Entonces, nos imaginamos a las personas que queremos tener, a los hijos que queremos presumir, la vida de otros que añoramos, y las personas que queremos ser y que al pensarlo así, inevitablemente la seríamos.
Los defensores de estos pensamientos, nos imaginamos y lo materializamos, y si lo materializamos, entonces… ¿por qué no imaginarnos siendo felices?
Así, en toda la extensión de la palabra, si la regla afirma que si lo imaginamos lo obtendremos, ¿por qué no nos podemos imaginar realizando actividades felices?actividades llenas de amor, fraternas, llenas de lealtad, llenas de amor, aunque sean negocios o disfrutando de una buena comida en familia, con una buena charla, con tiempo de sobra, en lugares bonitos, comiendo sano, reconciliados con la vida, perdonando a los demás, con abundancia espiritual, plenos, sanos, completos, disfrutando de nuestros viejos, a nuestra esposa y a nuestra familia, sin ataduras, con fe en DIOS, como aquel Nazareno que proclamaba el amor y que fue crucificado.
Así, es como nuestro ego nos llama a imaginarnos con dinero, con lujos, con excesos, con amistades impropias, desleales, deshonestas, ¿por qué no nos imaginamos, que somos buenos?, amables con todo el mundo, comprensivos, amorosos con nuestros hijos, dedicados a hacer el bien y no el mal. ¿Por qué no nos imaginamos que estamos haciendo la voluntad de DIOS?
Si, hay que imaginar… Pero también hay que trabajar en ello, no solo es el imaginar. Darlo todo y llevarlo a la práctica y eso es lo que más duele. Empezar a deshacerte de todas esas calamidades que aquejen tu vida, eso no cualquiera lo hace… Hay que actuar.
Hay que pedírselo a DIOS porque los tiempos que se viven, no están como para que lo sintamos un ratito y ya, voy a misa al templo, me cae el dinerito y ya, lo imaginé, lo puse en práctica, obtuve el resultado y sigo con mi voluntad, llegó el domingo y de nuevo!! Estos momentos son difíciles, si antes nos escandalizábamos, porque los Hombres G tenían una canción que decía sufre mamón, ahora con Bad Bunny imaginense, y todo lo que ya sabemos que existe en el mundo.
Pero si nos imaginamos que somos felices sin estar enfocados en las cosas materiales, realmente seremos felices con lo que Dios nos mande porque es lo que en realidad necesitamos, la voluntad de DIOS, eso es lo necesitamos invocar para que nuestra felicidad sea plena, porque es lo que tú necesitas en realidad para ser feliz, ya lo pediste y se te va a dar.
imaginar la felicidad, va a ser que el universo conspire para que lo que se nos dé, se nos dé en forma de dones infinitos y con gran abundancia, ¡para que no haya dinero en el mundo que remplace tu felicidad! Lo demás llegará por añadidura. Imaginemonos felices para tener un México realmente feliz…
Con el cariño de siempre…