‘No se preocupen, amigos, el huracán Milton no llegó hasta nosotros en Reino Unido’, comentó uno de los meteorólogos, Matt Taylor, en la red social X
La cadena televisiva BBC presentó excusas el jueves por haber anunciado, tras una falla en su sitio, huracanes en varios lugares del planeta con vientos de cerca de 22 mil km/h en Londres y temperaturas infernales, como 384°C en Nueva York. Este error provocó risas, incredulidad y un buen número de memes en las redes sociales, donde los usuarios no tardaron en reaccionar ante el supuesto «fin del mundo» meteorológico.
El panorama se hizo aún más «interesante» cuando también se pronosticó que Nottingham, en el norte de Inglaterra, tendría una noche a unos cómodos 404ºC. Aún más que Nueva York o Sídney, donde el termómetro debía subir hasta los 378 grados. Nada mal para hornear pizzas en la banqueta, ¿verdad? Pero, tranquilos, todo fue un error de datos entre los proveedores y la aplicación, y no es necesario empezar a construir bunkers ni a llenarse de bloqueador solar industrial.
Roma debía ser devastada por vientos de más de 8 mil km/h, y en Londres se anunciaban ráfagas de cerca de 22 mil km/h, mucho más que el huracán Milton, que barrió la Florida el miércoles por la noche con vientos de hasta 165 km/h. El meteorólogo Matt Taylor pidió calma y aseguró, con mucho humor, que «Hurricane Milton» no había decidido visitar el Reino Unido. «No se preocupen, amigos, el huracán Milton no llegó hasta nosotros en Reino Unido», comentó Taylor en la red social X. Otro presentador, Simon King, también se sumó a las aclaraciones: «No se preocupen por algunos datos de la aplicación meteorológica de BBC esta mañana».
La BBC también se disculpó diciendo: «Estamos al tanto de un problema con nuestro proveedor de datos, lo cual está generando lecturas incorrectas. Estamos trabajando arduamente para solucionarlo. Tengan seguridad: no habrá vientos de 23,100 km/h o temperaturas de 404 grados en la noche. Lamentamos verdaderamente esta situación». Con un tono humorístico, los meteorólogos pidieron a los ciudadanos que guardaran la calma y no empezaran a abastecerse de velas y madera, asegurando que el verdadero pronóstico para el jueves solo hablaba de un poco de lluvia y brisas frescas en la costa este del Reino Unido.
En las redes sociales, la situación no pasó desapercibida. Un usuario comentó: «Diría que 14 mil 804 mph es un poco más que fuerza de huracán». Otro bromeó diciendo que esos vientos parecían más adecuados para un planeta fuera del sistema solar que para Londres. La situación recordó a muchos al famoso error del meteorólogo Michael Fish en 1987, cuando aseguró que no había un huracán en camino, solo para que el sureste de Inglaterra fuera golpeado por la peor tormenta en tres siglos poco después.
El incidente también llevó a reflexionar sobre la dependencia cada vez mayor de la tecnología para los pronósticos meteorológicos y cómo los errores pueden tener repercusiones amplificadas debido a la difusión inmediata en medios digitales y redes sociales. Aunque la mayoría de los usuarios se tomó el error con humor, hubo quienes señalaron que estos problemas pueden generar alarma innecesaria si no se abordan con prontitud. Las aplicaciones de clima se han vuelto una herramienta esencial en la vida diaria, y la precisión es fundamental para garantizar la confianza del público en ellas.
No es la primera vez que la BBC enfrenta situaciones similares. Los expertos señalan que la precisión de los pronósticos depende en gran medida de la calidad de los datos que se reciben de los proveedores y de cómo estos se integran en los sistemas automatizados de las aplicaciones. En este caso, un error en la transmisión de datos resultó en predicciones completamente inverosímiles. «Este tipo de fallos, aunque poco comunes, nos recuerda la importancia de la supervisión humana en la interpretación de los datos meteorológicos», afirmó un especialista en climatología.
La BBC concluyó con un comunicado pidiendo disculpas a los usuarios: «Estamos trabajando arduamente con nuestro proveedor de datos para evitar que estos errores se repitan. Gracias por su paciencia». Al menos nos regalaron una buena historia para contar sobre la última vez que Londres casi se convierte en el set de «Mad Max»… pero solo por un segundo.
