Por Excélsior
La Prensa
«Es una locura», lo único que le importa «es su ego, su dinero y su estatus», afirmó Barack Obama de Donald Trump este jueves en un mitin en Pensilvania, en el que pidió «pasar página» y apoyar a Kamala Harris en las presidenciales de Estados Unidos.
El carismático expresidente demócrata entró de lleno en la campaña en apoyo a la vicepresidenta en Pittsburgh, cuna de la industria del acero estadounidense, y no se dejó nada en el tintero.
Dijo que entiende que la gente se sienta frustrada por los problemas acarreados por la pandemia pero no puede entender «por qué alguien podría pensar que Donald Trump cambiará las cosas» para mejor cuando «no hay absolutamente ninguna prueba de que este hombre piense en alguien más que en sí mismo».
Trump, candidato republicano a la Casa Blanca, solo ve el poder «como un medio para un fin» y quiere que la clase media «pague el precio de otro enorme recorte de impuestos que lo beneficiaría principalmente a él y a sus amigos» ricos, soltó.
Dice que tiene conceptos de un plan» para el país mientras que Harris «tiene un plan real», afirmó Obama.
Si le piden que elabore el concepto «su única respuesta es culpar a los migrantes», reprochó al magnate, quien amenaza con una deportación masiva si gana los comicios el 5 de noviembre.
Entonces «¿por qué el número de migrantes era básicamente el mismo cuando usted dejó el cargo que cuando asumió?», se preguntó Obama.
Como Fidel Castro
El líder demócrata de 63 años reconoció que las elecciones «van a ser reñidas».
Los dos candidatos están bastante igualados en las encuestas e intentan ganar votos en los llamados estados bisagra o pendulares, aquellos que no se inclinan claramente por ningún partido.
Pensilvania, en el noreste del país, es uno de los más codiciados.
Ante un público entregado, Obama caricaturizó al expresidente republicano, quien llama a Harris «mentirosa» y «deficiente mental».
Tienes los tuits en mayúsculas, los desvaríos y las diatribas sobre locas teorías conspirativas, los discursos de dos horas (…) como Fidel Castro», afirmó.
Y lo ridiculizó por su empeño en vender cosas, Biblias incluidas. «Quiere que compres la Palabra de Dios, edición Donald Trump, que tiene su nombre junto a los de (los apóstoles) Mateo y Lucas», criticó Obama.
«Es una locura» añadió, e interrumpió a la muchedumbre que abucheaba a Trump para decirles: «No abucheen (…) voten».
Estados Unidos está listo para pasar página», para «trabajar juntos, en lugar de volvernos los unos contra los otros», para «la presidenta Kamala Harris» que «está tan preparada para el trabajo como nunca lo ha estado ningún candidato a la presidencia», afirmó Obama.
También interpeló a los republicanos por alejarse de sus «valores».
Antes del ascenso político de Trump «solíamos tener discusiones sobre política fiscal o política exterior, pero no teníamos discusiones sobre si debías decir la verdad o no», se quejó.
El candidato republicano suele exagerar y difundir información falsa, por ejemplo, sobre la respuesta de la administración demócrata a los huracanes Helene y Milton, diciendo sin pruebas que no hay dinero para los damnificados porque se lo dan a los migrantes en situación irregular.
Hombres negros
El primer presidente negro de Estados Unidos se dirigió a los hombres para decirles que están equivocados.
Lo siento, caballeros, me he dado cuenta de esto, especialmente con algunos hombres que parecen pensar que el comportamiento de Trump, el acoso y el menosprecio a la gente, es una señal de fuerza», dijo. «Y estoy aquí para decirles que eso no es la verdadera fuerza».
Antes hizo un alto en una oficina de campaña en Pittsburgh, para transmitir un mensaje a los hombres negros, que según las encuestas son reticentes a apoyar a Harris.
Les dijo algunas «verdades», como que usan «razones y excusas» cuando en realidad el problema es que les cuesta «la idea de tener a una mujer como presidenta».
Trump viajó por su parte a otro estado clave: Michigan, concretamente a Detroit, capital de la industria automotriz.
Los fabricantes extranjeros «nos envían sus coches, a la panda de tontos que somos (…) millones y millones y millones» pero «ahora van a tener que jugar con nuestras reglas», vociferó.
Todo nuestro país acabará siendo como Detroit si ella es presidenta», dijo sin miramientos sobre la ciudad en la que se encontraba.
Harris asistió el jueves a un acto de campaña en Nevada organizado por la cadena Univisión antes de viajar a Arizona para un mitin dirigido a los votantes latinos.
Cuando una mujer le pidió que nombrara tres virtudes de Trump, ella respondió: «Creo que Donald Trump ama a su familia, y creo que eso es muy importante (…) Pero realmente no lo conozco, para serle sincera. No tengo mucho más que decirle».