Pruebas realizadas a dos donantes por un laboratorio privado contratado por el sistema sanitario de Rio de Janeiro dieron positivo al virus.
Seis pacientes que recibieron un trasplante de órganos dieron positivo al virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en el estado de Rio de Janeiro, en un caso «grave» que las autoridades investigan, informó este viernes el ministerio de Salud de Brasil.
Pruebas realizadas a dos donantes por un laboratorio privado contratado por el sistema sanitario de Rio de Janeiro dieron positivo al virus tras haber dado negativo en un primer momento.
Hasta el momento recibimos la confirmación de que dos donantes tuvieron un nuevo test positivo para VIH y seis receptores también dieron positivo al test», dijo en una declaración la ministra de Salud, Nísia Trindade, que describió una «grave situación».
Las autoridades ordenaron suspender el laboratorio PCS Lab Saleme, ubicado en la ciudad de Rio de Janeiro, y realizar nuevas pruebas a los órganos que habían sido examinados en ese establecimiento.
El ministerio también ordenó una «auditoria urgente (…) del sistema de trasplante de Rio de Janeiro».
El caso fue descubierto el 10 de septiembre, cuando un paciente que recibió trasplante de corazón y que no tenía el VIH antes de la cirugía acudió al hospital con síntomas neurológicos y dio positivo al virus, según medios locales.
Es una situación sin precedentes», dijo la secretaría de Salud del estado de Rio en una nota.
Los nuevos exámenes estarán a cargo de la red de hematología estatal de Rio de Janeiro y utilizarán el test NAT de «alta calidad» producido por la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), dependiente del Ministerio de Salud, dijo Trindade.
Entre 2007 y junio de 2023, casi medio millón de brasileños fueron infectados con el VIH, según el último boletín del ministerio de Salud.
Casos similares
El uso indebido de jeringas en hospitales ha sido una de las principales causas de infecciones hospitalarias en diversas partes del mundo. La falta de control y de protocolos adecuados en el manejo de jeringas ha resultado en la transmisión de enfermedades graves, como el VIH, hepatitis B y C, entre otras infecciones.
Aunque los hospitales deberían ser espacios seguros para los pacientes, estos casos evidencian las fallas en la implementación de prácticas seguras y estériles.
Uno de los casos más notorios ocurrió en Nevada, Estados Unidos, en 2008. Cerca de 40 mil personas fueron notificadas de que podrían haber estado expuestas a enfermedades infecciosas debido a la reutilización de jeringas y frascos de anestesia en una clínica de endoscopias.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la mala práctica condujo a un brote de hepatitis C, resultando en varias demandas y un examen exhaustivo de las prácticas hospitalarias en el país. Este caso subrayó la importancia de la educación y la supervisión en el uso de dispositivos médicos desechables.
En países en desarrollo, el problema es aún más grave. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se producen millones de infecciones debido a la reutilización de jeringas y agujas.
En 2014, un informe de la OMS reveló que más de 16 millones de personas habían sido infectadas con hepatitis B debido a la reutilización de estos instrumentos.
En muchas regiones con recursos limitados, las jeringas y agujas son utilizadas en múltiples pacientes sin el adecuado proceso de esterilización, lo que aumenta el riesgo de transmisión de enfermedades.
El caso de la India también resalta este problema. En 2018, en Uttar Pradesh, se identificó un brote de VIH en una comunidad rural debido a la reutilización de jeringas por parte de médicos no capacitados.
Decenas de personas resultaron infectadas, lo que provocó la intervención de las autoridades sanitarias para erradicar esta práctica y reforzar las normas de seguridad médica.
Las infecciones hospitalarias por el uso indebido de jeringas no solo representan un grave riesgo para la salud de los pacientes, sino que también generan una enorme carga económica en los sistemas de salud.
Según la OMS, el costo global de tratar las infecciones resultantes de la mala práctica de la reutilización de jeringas asciende a miles de millones de dólares anuales.
Con información de AFP.