(parte 1 de 2)
Por: Luis Alfonso Valdés Blackaller
Notas: Quedó esta Compañía en la fuerza efectiva de su dotación: Los efectivos son de bastante robustez para la fatiga de la guerra. Su talla reglada a ordenanza, a excepción de diez y seis que solo tienen cinco pies, pero su buen arte y espíritu les disimula el corto defecto. Todas las plazas están bien asistidas, subordinadas, y medianamente instruidas en el manejo de arma, evoluciones y tirar del blanco, a cuyo efecto distribuye el capitán frecuentes disposiciones.
EL TENIENTE de esta Compañía, sin embargo, a que ha servido anteriormente en caballería y dragones del ejército, aprovechó muy poco su escuela. Es inútil para este rápido servicio, tanto por su ninguna agilidad a caballo, cuanto por no aguantar una legua sin cansarse, motivos que son propios de mi obligación patentarlos, y también el que se le separe a continuarlo en uno de los regimientos en que ha servido, donde por lo menos penoso podría ser útil, o dándose su retiro logre el carácter de capitán graduado en esta provincia, si en la que le acomodase con respecto a los años que sirven, pues su continuación en el actual, declaro es gravar a los demás subalternos por la insuficiencia que expongo.
EL PRIMER ALFEREZ se aplica y tiene amor del servicio. Solicita en todas las acciones Salir a la persecución de los enemigos, deseando adquirir conocimiento de ellos y sus terrenos, promete ventajas para esta guerra, tesón para el mando y disposición de la tropa que le cabe mandar en las salidas que dan motivo aquellos.
EL SEGUNDO ALFEREZ es muy apto para el campo y guerra de los indios, tiene valor y no instrucción militar para cuartel, ni disciplina a la tropa. Su desarreglada conducta va reparándose con correcciones que admite su mucha humildad.
EL CAPELLAN desempeña celosamente sus obligaciones, administrando la caridad a los individuos que a cargo espiritual tiene.
EL SERVICIO de esta Compañía es mantener la guardia de prevención, la de pólvora, custodia y resguardo de las minas de las minas de potrerillos, guarnición de la dotación de caballada, emboscadas, cortarles las entradas a los enemigos, y campañas a la solicitud de ellos, para evitar los insultos que cometen.
EL VESTUARIO uniformado y en buen estado, y lo mismo la ropa interior, mirándose con igual atención sus familias.
EL ARMAMENTO es igual al de todas las Compañías de esta provincia, de 11, 14 y 16 adarmes (1.8 gramos). Hallase completa de él, a excepción de espadas, pero como en ninguna función hace uso de ellas esta tropa, no es esencial la falta. Las moharras (punta de las lanzas) y astas de lanzas se van igualando conforme inutilizan las que tienen actuales, por no grabarlos en nuevo costo. Las armas de fuego las conservan con mucho aseo, por las semanarias revistas para su reconocimiento, y porque el armero de la Compañía puntualiza los disparos que necesitan.
TIENE CINCUENTA Y CUATRO CUERAS (abrigo hecho con siete capas de piel, comúnmente de venado, resistente a las flechas de los indios) de buen servicio, estando encargado el resto para completar la Compañía. Lo está de adargas uniformadas (escudo en forma de dos óvalos superpuestos, fabricado también con piel), de buena calidad, pintadas, y con el escudo de armas del Rey en su centro.
(fin de parte 1; continúa con parte 2 la próxima semana)
Referencias: Archivo General de Indias, España.
Por: Luis Alfonso Valdés Blackaller, con apoyo de socios Arqueosaurios A.C. (1997) ~ Luis Alonso Armendáriz Otzuka, Arnoldo Bermea Balderas, Juan Latapi O., José Mariano Orozco Tenorio, Francisco Rocha Garza, Oscar Valdés Martin del Campo, Willem Veltman, y Ramón Williamson Bosque.
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