Sus pocos habitantes temen que el próximo cierra de la tienda de “Mamá Lucha” afecta aún más la lesionada economía del poblado
Fabiola Sánchez
LA PRENSA
Alrededor de 300 familias son las que se resisten a seguir viviendo en la comunidad de Hércules, donde mantienen el servicio de energía eléctrica con plantas generadoras y el único comercio está a punto de cerrar sus puertas, lo que afectaría aún más a los pobladores.
Preocupado por la difícil situación económica y laboral que están viviendo los pobladores de esa comunidad, un habitante de Hércules exclamó por ayuda, para que las familias no se vean más afectadas al tener que salir de sus propiedades las cuales están invaluables por la falta de oportunidad de empleo en la zona.
Dio a conocer que, la escuela se mantiene en servicio debido a que cientos de familias se resiste a tener que salir de la comunidad, aunado a que cerca del pueblo existen rancherías que afortunadamente de alguna manera tienen su forma de seguir subsistiendo.
Señaló que, que cuentan con el servicio de agua potable y con la ayuda de plantas generadoras de energía afortunadamente tienen luz en las viviendas que se mantiene habitadas.
Resaltó que, lo que preocupa es que el único comercio que está en la comunidad esta a punto de cerrar sus puertas y eso podría causar grave afectación, debido a que los emprendedores aprovecharán la oportunidad de vender sus productos a precios muy elevados.
El habitante de la comunidad de Hércules quien pidió su anonimato, exclamó por ayuda porque tienen miedo a perder el único y poco patrimonio que les queda.