A poco tiempo de dictarse el veredicto, existen muchas dudas con relación a quien fue el verdadero asesino del obrero Ricardo Apolonio Alarcón
Alexis Massieu
La Prensa
Con la declaración de Arnulfo “N”, quien aseguró que no fue él, sino su amigo “El Ñoño”, quien acuchilló a Ricardo Apolonio Alarcón, se cerró el día de ayer la etapa de desahogo de pruebas dentro del juicio oral, en el que a poco de dictarse el veredicto, persisten muchas dudas respecto de quién fue la persona que hirió de muerte a la víctima, y sí se trató de un asesinato a sangre fría o de un homicidio en riña.
Pese a que dos de los testigos de la defensa no se pudieron desahogar, porque una de ellos no llegó a tiempo a la audiencia, y otro se desechó por parte del juez, al haberse contaminado de información de otros testigos entrando sin permiso a las audiencias previas, lo dicho por el acusado, y el único testigo que estuvo de su lado, puso en duda mucho de lo que antes refirieron los testigos del Ministerio Público.
Algo que llamó la atención, tanto en la declaración de Arnulfo “N”, y el testigo de nombre Edgar, fue que señalaron, que fue Gilberto alias “El Ñoño” y no Uriel, quien presuntamente agredió a Ismael, el hijo de la víctima, cuya agresión desembocaría en el homicidio de Ricardo Apolonio Alarcón, precisamente a manos de “El Ñoño”, y no del acusado.
El enojo que presuntamente habría desatado la agresión que sufrió su hijo a manos de un grupo de personas que se encontraban en la fiesta, en Ricardo Apolonio Alarcón, también fue uno de los puntos que se abordaron por el testigo y el acusado, diciendo que la víctima llegó gritando, y que cuando se saltaron la barda los agresores, se defendió cuando lo acorralaron.
LA PRIMERA DECLARACIÓN
El primero en declarar por parte de la defensa, fue Edgar “N”, quien le contó al juez que él estuvo presente cuando ocurrieron los lamentables hechos, el 9 de octubre del año 2022, en la calle Francisco Márquez del fraccionamiento Aguilar, donde fue herido de muerte Ricardo Apolonio Alarcón Rojas
Edgar dijo que fue invitado por un amigo a esa fiesta, a la que llegó cerca de las 00:30 horas, y que ahí estuvo conviviendo, y que vio cuando Gilberto El Ñoño, empezó a discutir con Ismael, que salieron del lugar, y que lo corretearon, y que se enteró que a Ismael y sus amigos los habían golpeado.
Indicó que momentos después, llegó un carro de color azul, cerca de las 02:40 horas, y que era el Señor que tiempo después supo que se trataba de la víctima, el cual iba acompañado de Ismael y otra persona, y comenzó a estrujar el portón.
Salgan hijos de su… madre, para matarlos, les gritó presuntamente Ricardo Apolonio Alarcón. La dueña de la casa, indicó el testigo: había cerrado el protón, y él vio como varias personas se saltaron la barda, y que la gente comenzó a correr alrededor del vehículo en el que llegó la víctima, al cual, lo acorralaron El Ñoño y otras personas, y que de repente, escuchó que el Señor gritó: vámonos porque ya me picaron, que vio que esta persona se subió al carro, y que Gilberto se acercó a él, y empezaron a manotear.
Edgar le indicó al juez, que la víctima estaba agresivo cuando llegó, y que sí hubo intercambio de golpes entre él y quienes estaban en la fiesta, y que prueba de ello era que había manchas de sangre sobre el pavimento.
Explicó que tras la confrontación, Gilberto dijo: vámonos que ya valió madre, y la dueña de la casa les dijo que se retiraran y que a él, a Arnulfo, y a su novia Cielo, un amigo suyo los llevó a cada quien a su domicilio, y que cuando llegaron a la casa del acusado, vio que estaba una motocicleta estacionada.
LA DECLARACIÓN DE ARNULFO
Me invitaron a la fiesta de una de las amigas de Cielo de nombre Andrea, yo no la conocía ella ni a los demás que estaban en la fiesta, solamente a Gilberto y a su primo de nombre Emir.
Eran las diez de la noche cuando llegué, no quería ir, ya presentía algo, y, estábamos conviviendo, había mucha gente, todos estaban tomando, y Gilberto a quien le dicen Ñoño, me dijo que traía una navaja, aquí no quieren problemas le dije, y fue cuando llegaron Ismael y dos amigos suyos.
Qué onda, qué hay que hacer–me dijo Gilberto–yo tengo pleito con ese muchacho, no causes problemas le contesté, estaban quemando mota, y se salió Ismael, y le pegaron, Ñoño, Emir y otros dos lo corretearon. mucha gente de la que estaba en la fiesta, se fue después de eso, le contó Arnulfo al Juez.
Cuando regresó El Ñoño y los que lo acompañaban, Arnulfo les reclamó con palabras altisonantes, preguntándoles porqué andaban… el palo… y les dijo que se dejaran de “tonterías”, refiriéndole al juez, que anteriormente Ñoño, ya había picado a otras personas.
La dueña de la casa cerró el portón, y poco después, aproximadamente 10 minutos, se escuchó un carro, que llegó recio y frenó rayando llanta, escuchándose que gritaban, salgan hijos de su… y entonces se empezaron a saltar la barda, Gilberto, Emir y los otros, y cuando me iba a saltar yo, me agarró Cielo, pero cómo quiera me salté, yo traía una navaja, y al salir vi a Orlando, y le pregunté por quién se iba a meter, y se me vino encima, y lo piqué, pero no vi en dónde.
El Señor llegó agrediendo, se defendió de Emir y Gilberto, que se fue sobre él, y luego Ñoño corrió sobre Ismael, ya se le había caído el cuchillo, pero Emir traía otra navaja.
A la víctima explicó Arnulfo, lo hirieron estando abajo del carro, pero también cuando ya estaba arriba, y desde la primera vez que lo lesionaron, le gritó a su hijo, vámonos porque me picaron.
El papá le gritaba a Ismael que se hiciera a un lado cuando ya estaban arriba del carro, ya que estaba batallando para arrancarlo.
EN CASA DE ARNULFO
Mi hermana no le tiró el agua, Ñoño se la pidió para lavarse las manos, él me dijo que había picado al Señor, Ya tenía esa costumbre, indicó Arnulfo. Me llamaron para preguntarme si estaba Ñoño conmigo, pidiéndome que le dijera que se desafanara, y entonces, se fueron todos en las motos, menos Emir, que se quedó en mi casa. Nunca imaginé que fuera a pasar esto.
El mismo Gilberto le marcó más tarde para decirle: Te anda buscando todo el GATEM. “Me agarraron en mi casa, no recuerdo la hora, eran 8 camionetas y llegaron pateando la puerta, mi hermano iba a trabajar al 105, diles que se calmen, yo me voy a entregar, porque yo no hice nada”.
Entraron, corrió, lo esposaron y lo subieron a la patrulla. Yo nunca dije que fue Gilberto, era mi amigo, y me llevaron al cuartel que está en la colonia 21 de Marzo, me pusieron una bolsa en la cabeza, me golpearon y me torturaron.
Arnulfo contó que lo llevaron al Ministerio Público, y desde la celda donde estaba, podía ver a Gilberto alias Ñoño y a los otros dos que lo acompañaban cuando corretearon a Ismael. Me acusaban y me pegaban, pidiéndome que declarara. yo no sabía que Ñoño había declarado en contra de mí, ¡yo no tenía problemas con el Señor! Que cada quien agarre su mula, estoy por el delito este que yo no cometí, yo no me le acerqué a él, ni él a mí.
El papá de Ñoño ya había estado en el CERESO, y tras la detención de Arnulfo, le mandó un mensaje, le dijeron que era de parte de Gil, preguntándole si no necesitaba nada.
LLEGÓ TARDE CIELO
Debido a que la exnovia de Arnulfo “N”, de nombre Cielo, no llegó a tiempo a la audiencia de juicio oral para rendir su declaración, el juez la desechó, complicándose la estrategia del abogado defensor, quien se quedó sin una de las tres personas que debían declarar para acreditar que no fue Arnulfo “N”, el responsable del homicidio, y que Ricardo Apolonio Alarcón fue herido durante una riña.
No obstante, antes de retirarse, Cielo declaró públicamente, que: ese día que estaban en la fiesta, y que llegaron unos “huerquios” de los que no se acuerda los nombres, a buscar pleito, que se empezaron a pelear y cerraron el portón, y como a los 5 minutos llegó el tío del chavo a buscar pleito, a empujar el protón, y tiró una moto que estaba ahí afuera.
“Todos se querían brincar y yo agarré a Arnulfo para que no lo hiciera, pero cuando se salieron los demás, a mí, Arnulfo se me escapó, y brincó, y cuando se hizo la riña–todos contra todos–él se subió a la moto, y al último quedaba Ñoño peleándose con el Señor, y traía la navaja, y ya había picado al Señor.
Cielo dijo que Arnulfo y Ñoño no se fueron del lugar juntos, que cada quien se fue por su lado, y a diferencia de que se fue con ella en un carro, ella dijo que se fue en su motocicleta. Declaración que cabe señalar, no será tomada en cuenta para decidir si Arnulfo “N” es culpable o inocente.
MENSAJES INCRIMINATORIOS
De manera anónima, el día de ayer se hicieron llegar a este matutino, un par de capturas de pantalla de conversaciones efectuadas mediante mensajería de redes sociales, en las que se deja entrever, que supuestamente, Gilberto alias El Ñoño, al principio de las investigaciones dijo que fue él, según sus abogados, y que para librar su responsabilidad se le pidió 70 mil pesos a sus familiares.
En una de las capturas de pantalla, a un usuario de las redes sociales identificado como Sebas Gaytán, el día 10 de octubre del 2022, a 24 horas del crimen, alguien le pregunta: Hola, eres hermano de Ñoño—sí ¿por?—quería preguntarte cómo está, qué les han dicho—pues quieren 70 para ahorita—No manches, pero porqué, ¿sí saben si fue él?, ni saben quien fue—¡sepa!, pero quieren ese dinero.
LOS ALEGATOS DE CLAUSURA
El día de hoy continuará el juicio en contra de Arnulfo “N”, en su etapa de alegatos de clausura, es decir, los argumentos con los que, tanto el Ministerio Público como la defensa, expondrán ante el juez cuales son las pruebas claves en este caso, y a qué conclusión llegaron sobre los hechos ocurridos el 9 de octubre del año 2022 luego de escuchar a todos los testigos, a fin de que el juez se retire a deliberar y decida si el acusado es culpable o inocente.
