Familiares y amigos se dieron cita a la fiesta vaquera conmemorando los 11 años de la jovencita
Octavio Cordero
LA PRENSA
CUATRO CIÉNEGAS, COAHUILA.- El pasado sábado 19 de octubre, el jardín de la familia Cordero Guajardo se transformó en un auténtico rancho vaquero para celebrar el 11 cumpleaños de Anylu Cordero Guajardo. Amigos y familiares se reunieron para disfrutar de una fiesta temática que puso de manifiesto el amor por la cultura del viejo oeste.
Desde el momento en que los invitados llegaron, pudieron disfrutar de una decoración cuidadosamente pensada: monturas, pastura y sombreros de vaquero adornaban cada rincón. La música country resonaba en el aire, mientras los niños se adentraban en una experiencia única, llena de juegos y actividades inspiradas en la vida del vaquero.
La parte central de la fiesta fue, sin duda, la mesa de comida que ofreció delicias inspiradas en el lejano oeste: tamales, espagueti, frijolitos y un gran pastel decorado como un sombrero de vaquero que dejó a todos boquiabiertos. Anylu, con su sombrero de vaquero, sonreía radiante mientras compartía risas y momentos especiales con sus amigos, compañeros de la primaria y de su equipo de voleibol PIRAÑAS.
Sus padres, Anita y Octavio, así como sus hermanos Luis Octavio, y Julián, también pudieron disfrutar de un momento de nostalgia, participando en la divertida fiesta y atendiendo a todos los invitados con rica comida, refrescos y pastel, que hizo que todos se unieran en un ambiente de camaradería y diversión.
De los momentos más emotivos de la fiesta fueron las fotografías con sus 2 abuelitas, doña Ana y doña Lipa; sus tíos, Luchy y Luis Fernando, formaron parte de los bellos recuerdos capturados por la lente.
A medida que caía el sol, la fiesta concluyó con una emotiva sesión de fotos con todos sus invitados, y sus amigos, rodeados de luces parpadeantes, entonaron canciones clásicas. «Es un día que siempre recordaré», expresó Anylu, visiblemente emocionada «Me encanta tener a mis amigos aquí y poder celebrar juntos», comentó.
La fiesta de Anylu Cordero Guajardo no solo fue una muestra de diversión y creatividad, sino también un recordatorio de la diversión simple que trae consigo la amistad y el amor familiar. Sin duda, este cumpleaños quedará grabado en los corazones de todos los asistentes.
Con el final de la celebración, muchos padres se despidieron de la mágica tarde con la promesa de más encuentros y aventuras en el futuro. ¡Feliz cumpleaños, Anylu!