Desde su fundación, en la iglesia San Francisco de Asís se ha brindado apoyo a las personas con dificultades con la premisa “Dad de comer al hambriento”
Alonso Crisante
LA PRENSA
SABINAS, COAHUILA.- Con el propósito de conmemorar su tercer aniversario, el comedor parroquial de San Francisco de Asís se ha consolidado como un pilar fundamental en la asistencia a las familias más necesitadas de la comunidad. Desde su fundación, este espacio ha trabajado incansablemente bajo la premisa de “dad de comer a al hambriento”, brindando no solo alimento, sino también un rayo de esperanza a quienes enfrentan dificultades económicas y de salud.
El párroco Mariano Carrillo Alva, impulsor de esta valiosa iniciativa, reveló que el comedor distribuye entre 1,900 y 2,000 raciones de alimentos cada semana. “Ofrecemos un almuerzo-comida completo, nutritivo y preparado con dedicación por nuestros feligreses, quienes se unen con el objetivo de ayudar a los sectores más vulnerables,” compartió el padre Mariano. Cada plato servido no solo nutre el cuerpo, sino que también simboliza el amor y esfuerzo de la comunidad por mejorar la vida de sus integrantes.
Además de servir alimentos, el comedor es un espacio inclusivo donde todos pueden contribuir al bienestar de los demás. El párroco extiende una invitación a la población para que se una a este esfuerzo, ya sea a través de donaciones en especie, apoyo económico o formando parte del equipo de voluntarios. La ayuda solicitada abarca desde la preparación de alimentos hasta la entrega de raciones a personas mayores o con movilidad reducida.
Para asegurar que ningún hogar en situación vulnerable se quede sin alimento, un grupo de voluntarios se dedica a llevar comidas a diversas colonias. “Aquí hay muchas formas de hacer una buena obra,” comentó el párroco. “Desde servir en el comedor hasta proporcionar alimentos a escuelas locales, donde apoyamos a niños que requieren asistencia.”
Este aniversario del comedor parroquial de San Francisco de Asís es una oportunidad para reflexionar sobre los tres años de esfuerzo y dedicación, destacando su papel como símbolo de solidaridad y compasión en Sabinas. Se hace un llamado a la comunidad para que se una a esta noble causa, que cada día se convierte en un faro de fraternidad y esperanza en tiempos de necesidad.