Los jóvenes han estado realizando una tendencia viral en TikTok, donde varios estudiantes recrean caídas y tropiezos usando Crocs en los pasillos de las escuelas.
Cada vez más escuelas de Estados Unidos prohíben el uso de Crocs en sus instalaciones por considerar que las sandalias representan un riesgo para la seguridad y una posible distracción para los estudiantes. En al menos 12 estados, autoridades escolares han establecido políticas de vestimenta que prohíben este popular calzado, citando los riesgos de tropezones y caídas. En Lake City, Georgia, la escuela primaria local exige que los estudiantes usen “calzado cerrado y seguro”, una política que incluye la prohibición explícita de los Crocs.
La escuela secundaria LaBelle, en Florida, establece una regla similar: “Todos los zapatos deben tener una correa o una parte trasera en el talón. No se permiten Crocs”. La política ha surgido en parte como respuesta a una tendencia viral en redes sociales como TikTok, donde varios estudiantes recrean caídas y tropiezos usando Crocs en los pasillos de las escuelas. Incluso la marca Crocs se ha unido a la conversación en la plataforma, en un esfuerzo por moderar las críticas y adaptarse a su audiencia juvenil.
¿Por qué a los jóvenes les gustan los Crocs?
Crocs, que ha ganado terreno entre la Generación Z y la Generación Alfa —en los nacidos después del año 2000—, especialmente por su diseño colorido y personalizable, ha visto cómo su popularidad se traduce en un crecimiento de ingresos y en asociaciones con marcas afines a estas generaciones, como Shrek, McDonald’s, Hello Kitty y Fortnite. Jessica Ramírez, analista de investigación de Jane Hali & Associates, explicó que esta generación “se ha enamorado de Crocs”, y destacó que entre sus características preferidas se encuentran los accesorios llamados jibbitz -o pines para Crocs-, unos pequeños amuletos que se colocan en los agujeros de los zuecos y permiten a los usuarios expresar su personalidad.
Sin embargo, el diseño de los Crocs también ha traído críticas. La Dra. Megan Leahy, especialista en podología del Illinois Bone and Joint Institute, dijo a la revista Fortine que ha observado que este tipo de calzado puede incrementar la frecuencia de caídas, especialmente en niños pequeños y en adolescentes que, como describe, “simplemente andan por ahí siendo estudiantes de secundaria”. La estructura abierta y flexible del zapato, junto con su falta de soporte adecuado en el talón, lo convierten en una opción inestable para su uso diario.
La Dra. Pria Parthasarathy, portavoz de la Asociación Médica Estadounidense de Podología, coincidió en que el diseño de los Crocs “no brindan suficiente soporte para el arco (del pie)” y puede retener la humedad, lo que podría favorecer la formación de ampollas.
«Esas cosas combinadas no lo convierten en una forma de calzado realmente buena y estable para usar durante todo el día», afirmó Parthasarathy a Fortune, señalando que estos factores podrían motivar a los padres a optar por calzado más seguro y adecuado para los estudiantes.
A pesar de las prohibiciones en algunas escuelas, la compañía Crocs ha mantenido su enfoque en captar a los jóvenes mediante la oferta de productos innovadores y colaboraciones estratégicas. En un comunicado reciente, la empresa afirmó a la revista Fortune que no tiene conocimiento de un aumento de prohibiciones de sus productos y calificó estas restricciones como “desconcertantes”.
¿Obligarán a los jóvenes dejar de usar Crocs?
Para Crocs, el auge de su popularidad ha generado ingresos récord, con un alza del 55% en el valor de sus acciones en los últimos 12 meses. Sin embargo, Ramírez advierte que el enfoque de los adolescentes en la personalización y la innovación en moda podría representar un arma de doble filo.
“Cuando hay algo que te permite resaltar tu personalidad y lo que representas, eso parece resonar en ellos”, explicó Ramírez, pero añadió que la amplia oferta de marcas competitivas puede hacer que los jóvenes cambien de interés rápidamente.
Otro factor en juego es la reciente adquisición de la marca Hey Dude por parte de Crocs, un acuerdo de $2.5 mil millones que ha agregado nuevos modelos de calzado sin cordones a su cartera, aunque las ventas de estos productos han tenido una caída en el último trimestre. Si las prohibiciones en las escuelas continúan y la percepción de Crocs como un calzado inestable se refuerza, esto podría afectar las proyecciones de la compañía.
Para algunos padres, la decisión de las escuelas de prohibir Crocs puede ser una razón adicional para optar por otros zapatos más convencionales y resistentes para el uso diario de sus hijos. A medida que los consumidores ajustan sus gastos en el contexto de una economía incierta, muchas familias podrían optar por calzado que tenga una mayor probabilidad de aceptación en las escuelas. Ramírez subrayó que el gasto en productos discrecionales, como calzado, tiende a reducirse ante restricciones presupuestarias.
“Cuando estás corto de dinero”, explicó, “aunque los Crocs no son caros (en Estados Unidos), es posible que solo quieras comprarles un par de zapatos” que cumplan con los requisitos de la escuela y brinden seguridad.
POR: EXCELSIOR