RINDE HOMENAJE PARRAS A FIELES DIFUNTOS
Del 1 al 3 de noviembre, el Pueblo Mágico se transformó en un escenario vibrante de arte gracias al festival Camino de las Flores
Por: Lucero Velázquez
LA PRENSA
El Día de Muertos, una de las festividades más emblemáticas de México, se vivió con intensidad y color en Parras de la Fuente, donde la comunidad y visitantes se unieron para honrar a sus fieles difuntos.
Del 1 al 3 de noviembre, la localidad se transformó en un escenario vibrante de cultura y tradición gracias al festival Camino de las Flores.
Este evento, implementado por la Secretaría de Turismo de Coahuila en colaboración con la Oficina de Convenciones y Visitantes de Parras, no solo rindió homenaje a los que ya partieron, sino que también ofreció un festín de actividades para el disfrute de los vivos.
FESTIVAL LLENO DE VIDA Y RECUERDOS.
El festival estuvo marcado por la tradicional exhibición de altares, cada uno con su propio simbolismo y colores, que narraban historias de amor y memoria. Estos altares, creados por instituciones educativas de todos los niveles, así como por hoteles, restaurantes y comercios locales, invitaron a los visitantes a recorrer un camino lleno de detalles y elementos significativos: cempasúchil, veladoras, fotografías y ofrendas que se convirtieron en un puente. entre el pasado y el presente.
La fiesta se complementó con festivales musicales que llenaron las calles de Parras de sonidos alegres y melancólicos, desfiles que recorrieron las avenidas principales con personajes ataviados como catrinas y catrines, y concursos de disfraces que pusieron a prueba la creatividad de los participantes.
Cada rincón del municipio se vistió con adornos alusivos, desde las fachadas de los edificios históricos hasta los pequeños comercios y escuelas, tejiendo una atmósfera donde se encontraron la tradición y la modernidad.
EL CAMINO DE LAS FLORES: UN HOMENAJE VISUAL Y EMOCIONAL
El Camino de las Flores fue el eje central de esta celebración, una propuesta que reflejó la riqueza cultural de Parras y su conexión con la herencia mexicana.
Este recorrido, adornado con pétalos de cempasúchil y detalles que invitaban a la reflexión y el disfrute, fue un homenaje tanto para quienes nos dejaron como para quienes aún caminamos sus senderos.
De este modo, Parras de la Fuente mostró una vez más que la magia de sus calles y el calor de su gente son el escenario perfecto para recordar que la vida, aunque efímera, siempre es motivo de celebración.