Francisco Tobías
Esta semana los norteamericanos tienen elecciones presidenciales, en las cuales se enfrentan dos propuestas que, a pesar de buscar el mismo fin, el progreso de ese país, el camino que buscan recorrer es muy distinto.
Mientras el ex inquilino de la Casa Blanca, Trump, tiene una propuesta de reducir los impuestos para las empresas y para aquellos que tienen mayores ingresos, con lo cual busca reactivar la inversión en aquel país, también asegura que de volver a ser presidente implementará políticas públicas para que las empresas tengan menos regulación gubernamental. Por su parte la candidata demócrata, Kamala Harris, ha propuesto políticas para mejorar las condiciones económicas de la clase media y de los trabajadores, como el subsidio a las adquisiciones de viviendas, aumentos en el salario mínimo, además ha afirmado que de llegar a la presidencia dará un impulso a las energías renovables.
Los estadunidenses se han dedicado por muchas décadas a “armar”, de manera profesional, estadísticas deportivas, y vaya que es interesante, pues se ha desarrollado un sistema económico muy sólido en lo que se refiere a los deportes universitarios y profesionales, más allá de sueldos, patrocinios y apuestas.
Incluso existe una regla que antes era llamada “regla Redskins”, hoy conocida como “regla Washington” en la cual se relacionan al equipo de la NFL, hoy llamados Commanders, anteriormente Redskins, con la elección presidencial de aquel país.
Desde 1937 año en el cual los Redskins se mudaron a la capital de los Estados Unidos se ha llevado una estadística, que la mayoría de las ocasiones se ha cumplido, de 21 hay 17 aciertos. En cada año que existe elección presidencial, si el juego previo a la elección en casa de los antes Redskins, los locales resultan ganadores el partido político que se encuentra en la Casa Blanca se mantiene, en caso de que los hoy llamados Commanders pierden ese juego en casa hay cambio de partido en la presidencia.
El domingo pasado los Washington Commanders lograron ganarle a los Osos de Chicago con una última jugada de las llamadas “Ave María”, en la cual de manera casi milagrosa los de Washington ganaron en casa. Seguramente el festejo de Kamala Harris y de su equipo de trabajo fue mucho más efusivo que los gritos y brincos que dimos mis hijas Rebeca, Malake y yo.
Más allá de la felicidad por el triunfo, pues soy desde 1982 fanático del equipo de Washington, podemos tener la estimación de que Kamala Harris gane la presidencia y se convierta en la inquilina principal de la Casa Blanca, beneficiando con sus propuestas, realizadas por medio de acciones en un beneficio para la clase trabajadora y la clase media de ese país.
Nuestra economía está íntimamente ligada a de los Estados Unidos, más allá de ser la economía más grande mundo es debido a que es nuestro socio comercial más grande e importante, así que si la economía de ellos gana existen mayores probabilidades de que nuestra economía también gane.
Como cada día en el cual los antes llamados Redskins juegan, sólo puedo decirles “Go, Skins” #HTTR