Agradecen Universidad y Distrito Carolina a los 60 mil visitantes que se dieron cita en el monumental altar de muertos
Brenda Delabra
LA PRENSA
SALTILLO, COAHUILA.- Todo el trabajo previo, el diseño multicolor, la colaboración de los vecinos y la participación de los estudiantes de todos los niveles de la Universidad Carolina, dieron como resultado en promedio 60 mil visitantes durante los cuatro días de exposición del mega altar en las escalinatas de Santa Anita.
Como se tuvo previsto, este 4 de noviembre se desmontó el mega altar a temprana hora, con el apoyo de 300 personas entre alumnos, personal docente, administrativo y vecinos del barrio, quienes se reunieron para retirar todo lo que le dio vida a la tradición mexicana, en la que directamente se vieron involucradas 350 personas en la elaboración de flores, marcos, arcos, catrinas, cráneos, figuras y todo lo que le dio un toque mágico a la edición 2024.
Tras la experiencia de este año, Joel Treviño Rodríguez, oficial mayor de la Universidad Carolina, compartió el sentir de los vecinos, “la retroalimentación que nos dieron algunos de los vecinos fue que están muy contentos con la reactivación de la economía, de poder tener el ingreso de algunos recursos para sus casas, además de los mismos oferentes que participan, tenemos esta respuesta que como parte del apoyo del gobierno municipal y de gobierno del Estado se genera una economía en el barrio de Santa Anita y ellos están muy contentos”.
Tan satisfechos están los vecinos que ya planean el altar 2025, además de retomar algunos elementos para la fiesta patronal de la capilla, indicó.
Mencionó que para el Distrito Carolina el generar empatía y trabajo comunitario es lo más valioso, además de empezar hace siete años a despertar el interés de la comunidad por celebrar esta tradición mexicana, este año se sumó la parte cultural, en donde el foro fue abierto y participaron grupos de danza y baile folclórico, ensambles, cantantes, lectura de poemas, que hicieron de la experiencia un encuentro cultural completo para los visitantes.
La noche del 3 de noviembre, al cerrar la exposición a las 12:00 horas, se tiene por tradición repartir la fruta del altar, así como la entrega de fotografías, aunque este año las personas se llevaron un esqueleto gigante, algunas catrinas, el xoloitzcuintle pintado de alebrije, explicó.
Señaló que los directivos de la universidad comentaron que esperan que dicha acción no haya sido con dolo, sino una confusión, y les queda la experiencia para cambiar la dinámica del próximo año. (Con información del Diario de Coahuila)