Conoce este interesante dato que sorprenderá a las personas religiosas
Las personas necesitan de la fe para sembrar sus esperanzas y alimentar su espíritu, confiando en que existe una fuerza superior que ejerce su influencia sobre sus vidas y de quienes las rodean. Desde el Vaticano describen a la fe como “el acto por el cual el ser humano se entrega libremente a Dios”.
En este marco, el papa Francisco afirma que el gran enemigo de la fe “no es la inteligencia, no es la razón, como por desgracia algunos siguen repitiendo obsesivamente, sino que el gran enemigo de la fe es el miedo”. En este punto, el Sumo Pontífice hizo referencia a la ciencia que muchos afirman puede contradecir en muchas cosas a lo que las religiones y la Biblia plantean.
Explicaciones a eventos de Jesús
Desde la Universidad de Navarra (España) afirman que, desde hace algunos años, las relaciones entre ciencia y fe están experimentando un acercamiento que en otros momentos parecía impensable. Al respecto, sus expertos remarcan que la cuestión de fondo es el conocimiento de la verdad.
En base a este último punto, un nuevo estudio de la ciencia ha señalado que dos eventos divinos de Jesús tendrían explicación. Investigadores israelíes difundieron el estudio “Investigación de Recursos Hídricos” en el que hacen referencia a los milagros que aparecen en la Biblia sobre la multiplicación de peces y de panes en el Mar de Galilea y con los que alimentó a muchas personas.
Lo que la ciencia explica sobre estos milagros es que en Mar de Galilea, conocido actualmente como lago Kinneret (Israel), un fenómeno caracterizado por la falta de oxígeno en el agua causa una masiva mortandad de peces. Las personas que a través de su fe conocieron este milagro tienen ahora la teoría de la ciencia que intenta explicar lo que habría sucedido.
Sobre la multiplicación de panes, la ciencia hace una especulación que se basa en la cronología sobre ambos hechos relatados en la Biblia por lo que señala que ese suceso se habría producido entre el fin de la primavera y el inicio del verano, época en que más peces mueren por la falta de oxígeno.