En acalorada sesión de cabildo logra autorización. Regidores por poco se lían a golpes
Karla Cortez
La Prensa
MÚZQUIZ, COAHUILA.- La Junta de Cabildo número 125 de la actual administración en Múzquiz terminó de manera tensa, marcada por discusiones acaloradas, burlas por parte de la alcaldesa Tania Vanesa Flores Guerra y agresiones físicas a ciudadanos en el exterior de la presidencia municipal.
En esta reunión, la alcaldesa logró la aprobación para la enajenación de algunos vehículos municipales que serán donados a iglesias locales, entre ellas la Iglesia de Santa Rosa de Múzquiz y la Virgen de Guadalupe en el Mineral de Palau, justificando la acción como un beneficio comunitario directo.
La sesión comenzó a las 17:00 horas, y desde el inicio se evidenció un ambiente cargado de tensiones. Flores Guerra aprovechó el momento para lanzar comentarios sarcásticos dirigidos a los regidores que días antes presentaron denuncias en el Congreso del Estado, acusándola de presuntos malos manejos. La alcaldesa desestimó la acción de los regidores, asegurando que la denuncia carecía de sustento legal, y por lo tanto, no procedió, -dijo-, con una sonrisa que generó malestar y enfrentamientos verbales en el recinto, y regidores casi llegan a los golpes.
Mientras tanto, un grupo de ciudadanos se congregó fuera de la presidencia municipal solicitando ingresar a la sesión para expresar sus inquietudes. Sin embargo, la seguridad impidió el acceso, y miembros del equipo de la alcaldesa presuntamente agredieron físicamente a varios de los manifestantes. Una de las presentes comentó: «Nosotros solo queremos hablar con la alcaldesa y saber quién se va a hacer cargo de la recolección de basura, porque está vendiendo los camiones; ¿qué va a pasar?».
Dentro de la sesión, las tensiones aumentaron al punto de casi desencadenar una confrontación física entre los integrantes del cabildo, evidenciando las profundas divisiones en la administración. El regidor independiente Antonio Gutiérrez Wislar expresó su indignación por la falta de transparencia y la negativa a permitir que los ciudadanos participaran en la audiencia. Además, criticó la decisión de no transmitir en vivo las sesiones anteriores, lo que, según él, refleja un intento de ocultar las acciones que se están llevando a cabo.