La quiebra de Altos Hornos genera incertidumbre en el sector, afectando a proveedores locales que esperan recuperar más de 900 millones de pesos
Karla Cortez
LA PRENSA
SABINAS, COAHUILA.- Altos Hornos de México (AHMSA) enfrenta una deuda superior a los 900 millones de pesos con proveedores de la Región Carbonífera, situación que impacta directamente a pequeños comerciantes y empresarios locales. Sergio Humberto Aguirre, presidente de la Unión de Comerciantes de la Carbonífera, explicó que un eventual pago de esta deuda sería fundamental para reactivar la economía regional, aunque la reciente declaración de quiebra de AHMSA complica aún más el panorama.
“Este dinero es vital para nuestra región. Si Altos Hornos puede cubrir la deuda, se daría un impulso fuerte a los negocios locales, muchos de los cuales llevan años esperando este pago”, señaló Aguirre, destacando la desesperación de los proveedores. La quiebra, declarada el 7 de noviembre por el Segundo Juzgado de Distrito Especializado en Concursos Mercantiles, podría representar una «ventana de oportunidad» para recuperar parte de lo adeudado, aunque Aguirre admite que el proceso será lento. «Reactivar la planta va a requerir una inversión considerable, ya que ha sido desmantelada en gran parte. Aun así, confiamos en que una futura venta de la empresa pueda traer los recursos necesarios para saldar la deuda», añadió.
Además, Aguirre mencionó el papel crítico del sector carbonífero para la economía de la región, aunque este también ha sufrido una desaceleración significativa. “El sector del carbón está paralizado y la situación es cada vez más difícil. Muchos pequeños negocios dependen de los pagos de Altos Hornos para mantenerse a flote, y la falta de demanda constante de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha agravado el problema”, puntualizó.
Aguirre y otros proveedores esperan que la venta y posible reactivación de AHMSA sea una solución a largo plazo. «Si la empresa logra estabilizarse y pagar lo que debe, finalmente podríamos ver una recuperación para la economía de la región. Sabemos que no será rápido, pero es la única esperanza que tenemos ahora», concluyó.