REFERENTE A LAS DEPREDACIONES DE LOS INDIOS
Por: Luis Alfonso Valdés Blackaller
En la historia de nuestro estado de Coahuila jugó un papel muy importante el Coronel Pedro Advíncula Valdés Laurel (Allende 1840 ~ San Juan de Sabinas 1887), a quien los Apaches llamaban “El Winkar”. Adjunto encontrarán una transcripción de correspondencia entre autoridades militares mexicanas y norteamericanas, sobre un reporte enviado por “El Winkar”:
Ejército Mexicano – General en Jefe, División Norte, Sección 2a – Numero 564.
Se ha recibido en este Cuartel General el superior oficio de esta Secretaria, fecha 25 de julio próximo pasado, en el que se inserta la nota que dirigió a Usted el Ministro Plenipotenciario de los Estados Unidos en esta Capital, en respuesta a otra de Usted fecha 19 del mismo mes, en cuya respuesta se declaran improbables las invasiones de indios del otro lado del Rio Bravo a territorio Mexicano, y que los robos y depredaciones ocurridos han sido cometidos por indios que se hallan merodeando en los estados fronterizos de nuestra República, Coahuila y Chihuahua; y pidiéndoseme el informe sobre el particular, me permito manifestar a Usted que abundan datos en los pueblos fronterizos del Norte de México sobre las referidas incursiones, etc., que demuestran la evidencia que eran verificadas por indios procedentes de las reservaciones de los Estados Unidos; y procurando evitar sigan las dudas, acompaño a Usted, como otra prueba de lo anterior expuesto, en copia tomada del original, la parte que últimamente rindió el Coronel Pedro Advíncula Valdés, jefe de una de las columnas expedicionarias sobre indios barbaros de esta frontera, por el que se impondrá esa superioridad con mejor acierto del verdadero origen de esos males.
Libertad y Constitución. Monterrey, Agosto 10 de 1879.
(firmado) General Gerónimo Treviño
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Ejército Mexicano – secretaría del General en Jefe – División Norte
El Coronel José María Mier, Jefe de los destacamentos de esta frontera, en oficio de fecha 6 de Julio de 1879, me dice los siguiente:
El Jefe de la columna expedicionaria sobre los indios, Coronel Pedro Advíncula Valdés, me dice en comunicación fecha 26 de Junio de 1879, lo siguiente:
“Como manifesté a usted en parte anterior haber emprendido en 15 del presente la campaña sobre indios merodeadores en esta frontera, en cumplimiento de las ordenes respectivas del Cuartel General de División del Norte, me honro en participar a Usted que el 23 del mismo, recorriendo la “Cuesta de la Zorra”, encontré la huella de las reses robadas a vecinos de Zaragoza por una partida de salvajes, a los que perseguí hasta la orilla del rio, apercibiéndome desde luego que habían pasado a territorio americano; y como las instrucciones del Cuartel General no me autorizan para extender la persecución de dichos salvajes sobre territorio extranjero, acampé mi fuerza en el referido punto para quedar en observación de sus movimientos.
El 25 del mismo dispuse salieran unos exploradores rumbo arriba, los que 3 horas después se me incorporaron, avisándome haber encontrado un campamento recién abandonado de indios, cuyo número, según sus huellas, eran doce, y que habían venido a este lado procedentes de territorio texano. Acto continuo avancé con 25 hombres de la fuerza a mi mando para perseguirlos, dejando el resto con las cargas; y seguí la huella a una distancia de 30 leguas [126 km] hasta llegar a la “Tinaja de los Lipanes”, en cuyo punto logré alcanzar a los indios, los que batidos en el acto, dejando en el campo un muerto, dos armas de fuego, tres monturas y cinco bestias caballares; se dispersaron, y a pesar de haber seguido su persecución no ha sido posible su aprehensión por lo escabroso del terreno. De nuevo manifiesto a Usted lo difícil que se hace la persecución de estos salvajes, los que inmediatamente que son batidos, se aprovechan del recurso de pasarse violentamente al otro lado del rio, en donde tienen sus hogares y en donde generalmente conservan los robos que cometen en los pueblos de esta frontera. Quedo, sin embargo, en observación de sus movimientos, para batirlos con la violencia y tenacidad que lo ha ordenado el mencionado Cuartel General”.
Todo lo que tengo el honor de decir a Usted para su conocimiento y demás fines.
Lo que transcribo a Usted para su superior conocimiento y fines consiguientes.
Es copia que certifico, Monterrey, Agosto 10 de 1879.
(firmado) F. Magaña, Secretario
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Por: Luis Alfonso Valdés Blackaller, con apoyo de socios Arqueosaurios A.C. (1997) ~ Luis Alonso Armendáriz Otzuka, Arnoldo Bermea Balderas, Juan Latapi Ortega, José Manuel Luna Lastra (QEPD 2022), José Mariano Orozco Tenorio, Francisco Rocha Garza, Oscar Valdés Martin del Campo, Willem Veltman, y Ramón Williamson Bosque.
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