Dulce Márquez, mamá de la joven desaparecida, ha tocado los corazones de la ciudadanía con los ruegos públicos que hace a los secuestradores
Karla Cortez
La Prensa
Dulce Belén Márquez, madre de Jimena Medina, la joven de 17 años que desapareció en la colonia Santo Domingo las primeras horas del domingo 10 de noviembre, ha manifestado su sentir públicamente, conmoviendo a todos quienes conocen su situación.
A través de su muro de Facebook, Dulce expresó su angustia, pidiendo desesperadamente por la aparición de su hija, mientras su corazón se llena de miedo, esperanza y un amor inquebrantable que la impulsa a seguir buscando respuestas.
«¿Cómo creen que a estas horas me siento ustedes que están viendo estas palabras y tienen a mi hija? ¿Qué daño le causó? ¿Por qué tanto odio hacia ella?», escribe, buscando explicaciones ante un dolor que parece no tener sentido. En sus palabras, se refleja el dolor de una madre que no entiende cómo su hija, una joven llena de sueños, puede estar fuera de su alcance.
Jimena, una adolescente con muchos proyectos, cursaba sus estudios y trabajaba para apoyar a su familia. A pesar de las limitaciones económicas, su madre recuerda que siempre luchó por salir adelante. «Es una jovencita con muchos sueños», expresa Dulce, llena de orgullo por la determinación y esperanza de su hija.
La madre describe con angustia los días interminables de espera y el dolor de no saber dónde está su hija. «Pónganse en mi lugar, estar velando por donde llegará mi niña», pide, apelando a la empatía de quienes puedan tener alguna pista. A pesar de la incertidumbre, su fe sigue siendo una fuerza que la sostiene. «Confío en un Dios vivo», asegura Dulce, creyendo que su fe le dará la fuerza para seguir adelante.
En su mensaje, también expresa su dolor por no entender cómo han pasado tantos días sin saber nada de Jimena. Sin embargo, a pesar de todo, ella no guarda rencor. «Dios los bendice, pido por sus almas», escribe, mostrando una fe impresionante, deseando bien a quienes pudieran saber algo sobre el paradero de su hija.
La desaparición de Jimena ha tocado el corazón de la comunidad, que se ha unido para difundir su fotografía y mantener viva la esperanza. La valentía de Dulce, junto a su inquebrantable fe, ha generado una ola de solidaridad, con muchas personas orando por el regreso seguro de la joven. Mientras continúa su búsqueda, el mensaje de Dulce resuena en toda la comunidad, pidiendo justicia, empatía y, sobre todo, la oportunidad de que su hija regrese a casa.