Pese que fue declarada culpable y condenada a 16 años de cárcel, estaba en libertad portando un brazalete electrónico, mismo que no cubrió el costo de mantenimiento
Alexis Massieu
La Prensa
Por no pagar durante 9 meses el costo del mantenimiento del brazalete electrónico, que le permitía continuar con su proceso legal en libertad, un juez penal ordenó que se internara en la cárcel, a Patricia Elizabeth Izaguirre, la mujer que fue sentenciada a 16 años de cárcel por realizar múltiples ataques a la amante de su marido.
Fue a las 09:00 horas que se llevó a cabo en el Centro de Justicia Penal localizado en Ciudad Frontera, una audiencia en la que se le planteó al juez un incidente, consistente en que la condenada había incumplido durante 9 meses con el pago del mantenimiento del localizador, que ascendía a 76 mil 500 pesos.
Esa medida cautelar del brazalete electrónico, junto con la del resguardo domiciliario que la obligaba a no salir de su casa, se indicó, se le impuso para garantizar la seguridad de la víctima desde antes de que fuera declarada culpable de cometer los delitos de lesiones graves con cicatriz permanente en la cara, y una disfunción en un órgano o facultad, cometidas con alevosía y ventaja, además de los daños dolosos a un vehículo que fue considerado pérdida total.
El juez a cargo de la causa penal 634/2021, le dio la razón al Ministerio Público y a la asesora legal de la afectada, cambiándole la medida cautelar de del brazalete y el resguardo domiciliario, por la de la prisión preventiva justificada.
Cabe señalar, que pese a que ya fue declarada culpable y condenada a 16 años de cárcel, Patricia Elizabeth Izaguirre, se encontraba en libertad, debido a que aún no se había llegado a la etapa de ejecución de la sentencia, y no se había ordenado su presentación—voluntaria–para que ingresara al centro penitenciario femenil, etapa por la que ahora tendrá que esperar—justamente– al interior de la prisión.
EL DELITO DE PATRICIA
Como se recordará, los hechos ocurrieron la madrugada del 14 de marzo del año 2021, cuando la afectada se encontraba en la casa de una amiga, en la calle Leona Vicario de la Zona Centro, de Ciudad Frontera.
Eran cerca de las 05:30 horas, cuando repentinamente y por orden de Patricia Elizabeth, de que matara a Sayuri, Luis Lauro metió una mano entre las varillas de una barda para tomarla por el cabello, y darle un botellazo en la cabeza, golpe que la hizo sangrar y terminar en el suelo.
El esposo de la amiga de Sayuri, con la que estaba conviviendo, al ver la agresión, abrió el portón y salió en persecución de Patricia Elizabeth y Luis Lauro, quienes se subieron a un vehículo de color guinda y se fueron rumbo de la casa de ella, a dos cuadras de distancia, a donde también llegaría instantes después la propia Sayuri Esmeralda, tras pedirle a su amiga y anfitriona, que le cuidara a su hijo menor de edad, quien también estaba en el convivio.
Cuando la afectada llegó a la casa de su agresora, el esposo de su amiga se encontraba forcejeando con Luis Lauro, y del domicilio vio salir a Patricia Elizabeth, quien le arrojó en la cara el líquido que llevaba en un vaso, el cual resultó ser ácido, para enseguida golpearla con ayuda de su hija, siendo entonces que intervino Víctor Manuel “N”—el hombre que se disputan–para quitárselas de encima.
Con Luis Lauro en el piso, y al mismo tiempo que Patricia Elizabeth, volvía a la carga blandiendo en lo alto una pala—y diciendo que la iba a matar–Víctor Manuel “N”, empujó a Sayuri hacia su carro para que se alejara de ahí, saliendo detrás de ella abordo de una camioneta Mazda de color gris, Patricia Elizabeth, con Luis Lauro de copiloto.
Tras una persecución a alta velocidad sobre el libramiento Carlos Salinas de Gortari, al llegar a la altura de la Quinta la Chula, y entrar a una de las curvas más peligrosas, Sayuri Esmeralda sintió un golpe en la parte trasera de su vehículo, con el cual Patricia Elizabeth la hizo perder el control y volcar aparatosamente, al grado de pensar que ya estaba muerta.
En su declaración, Sayuri Esmeralda, aseguró que luego de que la chocaron, pudo escuchar cómo a baja velocidad la camioneta de Patricia Elizabeth pasaba junto a su coche, y que ella y Luis Lauro se reían… siendo un taxista quien momentos después le ofreció ayuda.
La víctima contó también, que lo ocurrido aquella noche, no fue la primera agresión ni la última que sufrió a manos de la esposa de su pareja, quien sin importar que tuviera una orden de restricción, y un brazalete electrónico en el tobillo, o encontrarse en arraigo domiciliario, la siguió ofendiendo y amenazando a través de redes sociales.
“Mejor no te metas con casados, porque hay cada loca”, publicó Patricia Elizabeth en su “muro”.