Por Milenio
La Prensa
El gobierno mexicano celebró que este miércoles por la tarde entrara en vigor un cese al fuego entre el gobierno de Israel y el partido paramilitar musulmán Hezbolá, tras cerca de un año de agresiones y miles de muertos.
“El gobierno de México, a través de la SRE, da la bienvenida al acuerdo de alto al fuego entre Israel y Hezbolá, que pone fin a las hostilidades en Líbano. México hace votos para que dicho ejemplo sea replicado a la brevedad en Gaza, en aras de una paz duradera que permita la reconstrucción y el desarrollo de la zona”, expresó la cancillería en su cuenta de X.
El cese al fuego ha representado el regreso a sus hogares de miles de personas de Líbano, aunque también llegó con la advertencia de Israel a pobladores al sur de Líbano de que no se acerquen a posiciones militares de Israel.
Muchos de los pobladores han vuelto para encontrarse con ruinas de edificios que fueron blancos de ataques de Israel este pasado martes, los cuales habrían dejado al menos 42 muertos, de acuerdo con autoridades libanesas, en un intercambio en el que Hezbolá también lanzó cohetes a Israel.
Desde hace más de un año, grandes extensiones de Líbano han sufrido el embate de los bombardeos israelíes, cuyas fuerzas incursionaron en territorio libanés para enfrentar a los combatientes de Hezbolá.
El conflicto comenzó con los ataques transfronterizos de Hezbolá en apoyo a su aliado palestino Hamás, tras el estallido del conflicto el 7 de octubre de 2023 en territorio israelí.
No obstante, este miércoles entró en vigor el cese del fuego en la guerra entre Israel y el movimiento islamista Hezbolá.
La tregua comenzó a regir a las 04:00 horas y deberá poner fin a una guerra que forzó el desplazamiento de decenas de miles de personas en Israel y de cientos de miles más en Líbano.
Poco después del inicio del alto el fuego, el ejército israelí advirtió a los pobladores del sur de Líbano no acercarse a las posiciones de la fuerza militar.
¿En qué consiste el acuerdo de alto al fuego?
La tregua «protegerá» a Israel de la «amenaza» del grupo chiita, afirmaron los presidentes de Estados Unidos y Francia, Biden y Emmanuel Macron, en un comunicado conjunto.
Ambos países «trabajarán junto a Israel y Líbano para garantizar el cumplimiento íntegro de este acuerdo», añadieron.
El plan consta de tres etapas: una tregua inicial, seguida del repliegue de las fuerzas del grupo chií libanés al norte del río Litani; la retirada total de las tropas israelíes del sur de Líbano en un plazo de 60 días; y, por último, negociaciones entre ambos países para delimitar su frontera, que actualmente corresponde a una línea trazada por la ONU tras la guerra de 2006.
Tras el anuncio, el primer ministro libanés Mikati indicó que su gobierno se comprometía a «reforzar la presencia del ejército en el sur del país».