Por Forbes
la Prensa
Moody’s Ratings señaló que Pemex continuará con riesgos crediticios y problemas financieros en el mediano plazo, en caso de que el gobierno de Claudia Sheinbaum no implemente un cambio estructural en la estrategia operativa de la firma.
Indicó que los indicadores crediticios de la empresa siguen debilitándose, con un flujo de efectivo libre negativo a medida que la petrolera se centra en un negocio de refinación, que le genera pérdidas, para aumentar la producción de combustible, mientras que limita su inversión en exploración y producción.
La calificadora previó que el gobierno de Sheinbaum continuará apoyando a Pemex con el pago de los vencimientos de deuda, y que la estrategia operativa de la compañía se mantendrá prácticamente sin
cambios, al menos durante 2025.
“Sin embargo, los principales riesgos crediticios de Pemex se están desplazando hacia el ámbito financiero, alejándose de la producción de petróleo, en particular, cómo manejará y abordará las crecientes obligaciones de deuda en 2026-2027”, apuntó en un análisis publicado este miércoles.
Expuso que la estrategia de Pemex determinará en qué medida reducirá sus necesidades de liquidez, disminuirá su dependencia del apoyo gubernamental y mitigará el riesgo de un canje de deuda forzoso.
Consideró que los canjes de deuda forzosos son una forma de incumplimiento y que en cualquiera de los dos escenarios previstos, la empresa continuará generando un flujo de efectivo libre altamente negativo durante los próximos años, a menos de que implemente un cambio estructural en su estrategia operativa.
La calificadora señaló que uno de los dos escenarios para la petrolera mexicana es que la administración de Sheinbaum mantenga las políticas fiscales que se llevaron a cabo durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, con el foco en la autosuficiencia de combustibles mediante la refinación y la comercialización, y posiblemente incluya una reforma fiscal.
“En este escenario, Pemex requeriría un mayor apoyo del gobierno en los próximos años para cubrir
sus obligaciones de deuda y requerimientos de liquidez”, consideró Moody’s.
Aseveró que apoyar a Pemex es cada vez más costoso para el gobierno de México y que la necesidad de subsidios casi se duplicará para 2026 con respecto a los niveles de 2019-2023, ante los importantes vencimientos de deuda y el continuo flujo de efectivo libre negativo.
“La deuda de Pemex ascendía a unos 97,300 millones de dólares en septiembre de 2024 y, en vista de su actual estrategia de negocio, la empresa necesitaría un apoyo importante y continuo del gobierno para satisfacer sus necesidades de liquidez cada año”, destacó.
Indicó que para 2026 se requerirán unos 17,400 millones de dólares por parte del gobierno para continuar con su política actual centrada en la refinación, incluidos alrededor de 12,700 millones en vencimientos de deuda a largo plazo, lo que supera ampliamente el promedio anual de 9,200 millones de dólares durante 2019-2023, periodo en el que gobernaba López Obrador.