Por El Financiero
La Prensa
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, confía en que su país pueda llegar a un acuerdo con Estados Unidos para evitar el arancel del 25 por ciento amenazado por el presidente electo estadounidense, Donald Trump, dijo a periodistas en Ciudad de México.
El principal socio comercial de Estados Unidos tiene un plan en caso de que Trump imponga aranceles, pero Sheinbaum, que habló por teléfono con el presidente electo el miércoles, dice que duda que sea necesario implementarlo.
En cambio, dijo que México y Estados Unidos pueden colaborar frente a las preocupaciones de Trump sobre la migración y el narcotráfico. Insistió en que México no se subordinaría a Estados Unidos al hacerlo.
“Estoy convencida de que vamos a llegar a un acuerdo, con defensa de nuestra soberanía, con respeto a los mexicanos y con respeto a México, con la colaboración que debe tener un gobierno con otro”, dijo Sheinbaum. “Si sucede, sí tenemos un plan. Pero el objetivo es que no suceda”.
¿En qué consiste la propuesta de México para evitar aranceles de EU?
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard presentó en Palacio Nacional el plan titulado ‘Propuesta de México: una región próspera y competitiva’, la cual señala lo siguiente:
Estabilidad regional: Cooperación estratégica en seguridad, migración y gobernanza para garantizar una región confiable y segura
Prosperidad compartida: Crear empleos bien remunerados mediante inversión en infraestructura crítica (fronteras modernas, energía limpia y transporte eficiente)
Competitividad global: Las tarifas fragmentan nuestra industria integrada, encarecen la producción y nos debilitan frente a Asia y Europa. Debemos optimizar las cadenas regionales de suministro, mantener costos bajos y garantizar que nuestros productos lideren los mercados globales
En este sentido, Ebrard adelantó que la propuesta de México al equipo de transición de Trump será fortalecer la “estabilidad regional”, la “prosperidad compartida” con empleos bien remunerados e inversión en infraestructura, e impulsar la “competitividad global” al optimizar las cadenas de suministro en Norteamérica.
“Entonces en la mesa hay dos alternativas: nos podemos fragmentar y dividir con acusaciones y tarifas (aranceles) -podemos hacer eso si queremos, porque nos ponen una tarifa y nosotros ponemos otra, y Canadá pone otra, va a ser una división de nunca acabar- o construimos juntos una región fuerte y competitiva”, argumentó.