Por El Universal
La Prensa
Ayer, sólo unas horas antes de que Silvia Pinal falleciera, Enrique Guzmán tuvo la oportunidad de ver por última vez a la diva, quien un día fue el gran amor de su vida y con quien, desde hace tiempo, limó asperezas. Sin embargo, confió a la prensa que, durante su visita, tuvo algunas diferencias con la familia, por lo que se retiró a casa con un amargo sabor de boca.
El exesposo de doña Silvia, y padre de Alejandra y Luis Enrique Guzmán, sorprendió con su arribo al hospital el día de ayer.
Tras pasar un largo rato dentro del hospital, la prensa se acercó al cantante para preguntarle cómo fue su encuentro con Pinal, ya que a pesar de que en esos momentos ya se rumoraba que estaba por trascender, la familia no había hecho ningún pronunciamiento con respecto a su estado de salud.
Guzmán celebró que, a pesar de las dificultades de salud a las que se enfrentaba, su exesposa siguiera teniendo el gran deseo de vivir.
«Con muchas molestias pero ama mucho la vida como para perderla antes de tiempo», expresó.
Don Enrique confió que, mientras toda la familia continuaba acompañando a la actriz, él se retiraba nostálgico y molesto.
«Conmovido y enojado además», afirmó.
Pese a que no ahondó ni quiso referirse al motivo del desencuentro, afirmó que se retiró del hospital, luego de que el resto de la familia tuviera una opinión distinta a la de él.
«Nada, hay cosas que no coincido yo con los demás, entonces me retiro y no me gusta»