María Fernanda Martínez se enteró de su fallecimiento por una llamada con la madre de “Mía”, como la llamaba con cariño, pues hace 2 semanas no le respondía los mensajes
Oscar Ballesteros
La Prensa
Con inmensa tristeza, María Fernanda Martínez despidió a su mejor amiga a quien consideró «como su hermana», Miaxly Jezzury Castilla Cruz, quien falleció presuntamente por dengue; a través de una llamada con la madre de «Mía», como llamaba de cariño, fue que se enteró de la lamentable noticia, puesto que desde hacía 2 semanas no le había respondido ningún mensaje.
La joven también de 15 años, hizo amistad con Miaxly desde el primer día de secundaria en donde compartieron sus 3 años de estudios, esto en la Secundaria No. 2 “Emiliano Zapata”; a lo largo de este periodo, María Fernanda la recuerda con mucho aprecio, pero también con mucha tristeza puesto que dejaron un sueño inconcluso.
“Teníamos un sueño juntas, bueno uno que ella quería hacer y yo le prometí estar ahí, ella quería ser porrista, que la primera vez estuviera en un partido iría a verla (…) estuvimos en la Secundaria 2 “Emiliano Zapata” Yo no era una persona que hablara mucho y me hiciera amiga de mucha gente, ella me ayudó a conocer, era muy amiguera” recordó en el sepelio.
Fue su graduación, este mismo año, la última vez que tuvo la oportunidad de verla puesto que Miaxly en vacaciones tuvo que viajar a Piedras Negras, luego se inscribió a la preparatoria, cuestión por la que ya no tendrían oportunidad de coincidir ya que ella no tendría la posibilidad de seguir con sus estudios, pero mensajeaban diario, hasta recientemente cuando la enfermedad se manifestó.
“Ella y yo siempre nos hablábamos, seguido de todos los días y luego pasaron 2 semanas que no me contestaba, decidí llamar y fue cuando me contestó su mamá, diciéndome que había fallecido, eso fue ayer (…) me dijo que había lastimosamente por dengue” compartió entre lágrimas María Fernanda.
Como regalo de despedida, preparó una carta que acompañaría en la eternidad: «querida, Mía te acuerdas cuando hicimos el mural y que cuando me agachaba para pintar me cubrías con tu suéter para que no se me viera nada, y cuando nos pasábamos noches con las tareas, siempre te recordaré con mucho amor, atentamente María» fue como se despidió.