Rolando Herrera y Claudia Guerrero
Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO 02-Dec-2024 .-La Presidenta Claudia Sheinbaum indicó ayer que, de ser necesario, continuarán los operativos contra la mercancía china que haya ingresado en forma ilegal al País, como el realizado en el centro de la Ciudad de México.
En Palacio Nacional, la Mandataria indicó que el operativo, en el que se aseguraron más de 260 mil productos en el marco del endurecimiento del discurso del Presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, contra los artículos chinos y la supuesta porosidad de la frontera mexicana, estuvo a cargo del Secretario de Economía, Marcelo Ebrard.
«¿Se van a tomar otras acciones contra el contrabando?», se le preguntó.
«Sí, son acciones que está tomando, en este caso, la Secretaría de Economía en coordinación con el Gobierno de la Ciudad», indicó.
«¿Van a seguir?», se le insistió.
«Pues, si es necesario, seguirían», señaló.
El pasado 28 de noviembre, con la participación de policías de la capital y elementos de la Secretaría de Marina, funcionarios del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, llevaron a cabo un operativo en un inmueble ubicado en Izazaga 89, en el Centro Histórico.
En el operativo fueron aseguradas más de 262 mil piezas, por un valor de 7.5 millones de pesos, de productos que presuntamente violaban derechos de autor de las marcas Disney, Marvel y Hello Kitty.
Al dar a conocer detalles del operativo, Ebrard indicó que incluso se realizaría una extinción de dominio del inmueble, debido a que hubo otros operativos y los dueños del edificio persistían en arrendarlo para que se comercializaran este tipo de productos.
Grupo Reforma publicó que los dueños del inmueble de 16 pisos son las inmobiliarias Marly y Arel que han sido contratistas del Gobierno de la Ciudad de México, pues le han rentado otros espacios para uso de oficinas.
Los representantes legales de los propietarios aseguraron que sus clientes no rentaron directamente a los comerciantes, sino a otra inmobiliaria, denominada Bodegas Nau, y que en el contrato se especificó que se podía subarrendar, pero que debía ser usado para actividades lícitas y cumplir con la ley y disposiciones legales en materia de extinción de dominio.