Lanzan fuertes críticas a Tania Flores por decoración pobre y regalos escasos
Karla Cortez
La Prensa
MÚZQUIZ, COAHUILENSE.- La alcaldesa de Múzquiz, Tania Flores, se encuentra en el centro de la polémica tras el encendido de luces navideñas de este año, un evento que en lugar de generar alegría dejó a la población con un fuerte sentimiento de indignación. Los ciudadanos calificaron de “raquítica” la decoración navideña y de “burla” la entrega de regalos, que fueron catalogados como “baratijas” y “para muy pocos”.
A través de redes sociales, especialmente en grupos locales como Ciber Pulga Múzquiz y Las mentiras de Tania Flores, los usuarios no se guardaron las críticas. Comentarios como “Mejor ni vayan, pura baratija de juguetes y bien poquitos, solo van a ilusionarse los niños” o “El pino rascuache con decoraciones de 2 pesos” reflejan el sentir de la comunidad. Las publicaciones se llenaron de reacciones negativas y cuestionamientos sobre el destino de los recursos públicos destinados a las festividades decembrinas.
El evento, que tradicionalmente ha sido una oportunidad para fortalecer la convivencia familiar y la identidad comunitaria, esta vez dejó un sabor amargo. Los adornos se percibieron insuficientes, con un árbol navideño modesto y decoraciones que, según los ciudadanos, no estuvieron a la altura de la tradición.
Pero el principal foco de las críticas fue la entrega de juguetes. Los asistentes señalaron que la cantidad de obsequios fue mínima y que la calidad de los mismos no correspondía con las expectativas. “Los niños venían ilusionados pensando en llevarse un juguete, pero lo que entregaron fue una burla”, expresaron algunos padres de familia, visiblemente molestos por la decepción de sus hijos.
Además, los comentarios señalaron la inconsistencia entre las promesas de la administración municipal y la realidad de los eventos organizados por la alcaldesa. Se recordaron también episodios anteriores, como la polémica por la figura de la catrina colocada durante el Día de Muertos, que fue duramente criticada por su apariencia y a la que, irónicamente, se le “cortaron los brazos” en la Clínica San Isidro y la llamaron “La Catrina cricosa”.