Gracias al programa de redondeo, el parrense estrenó un carrito de movilidad que fortalece su independencia y transforma su vida
Por: Roberto Ulíbarri
LA PRENSA
Con un brillo en los ojos y un corazón lleno de agradecimiento, Noé Catarino Reynoza Durón recibió un carrito de movilidad que promete cambiar su vida. Gracias a la colaboración entre el DIF Municipal, DIF Coahuila, Fundación Merco y el Club Rotario, Noé no solo ha obtenido un medio de transporte, sino una herramienta que le permitirá recuperar su independencia y bienestar.
Tras un accidente que lo dejó parapléjico en 2012, Noé había visto cómo su vida cotidiana se complicaba. Hoy, con este triciclo que avanza gracias al esfuerzo de sus propios brazos, Noé podrá retomar actividades que parecían lejanas, como ir al supermercado o dar paseos por la carretera. Con gratitud, él agradece a quienes, con un simple donativo, hacen posible este cambio de vida. «Este carrito no solo me ayuda a moverme, me da la oportunidad de seguir siendo quien soy», dijo, visiblemente emocionado.
“Soy una persona independiente, vivo solo, y este triciclo me permitirá hacer mis actividades cotidianas con mayor facilidad”, comentó Noé. Ahora podrá realizar sus compras en el supermercado más cercano, ahorrar gasolina y mantenerse brillantemente activo.
“Trae una canastita en la parte de atrás donde puedo cargar mi despensa. Es práctico y me ayuda a moverme sin depender de nadie”, agregó con entusiasmo.
Noé Catarino explicó a La Prensa que, debido a su condición (quedó parapléjico tras un accidente en 2012), necesita realizar ejercicios con sus brazos, por lo que el triciclo, que avanza con el esfuerzo de ellos, le será de gran ayuda para su salud.
“Una persona en mi estado tiene que tener alguna actividad física. En este caso, pues yo puedo hacerlo ahora en mi carrito, en una carretera que se llama ‘Los Viñedos’. Esto me ayudará a mantenerme activo, tanto en mi respiración como en mis brazos”, explicó.
PALABRAS DE AGRADECIMIENTO
Con una gran sonrisa, Noé Catarino agradeció al DIF de Parras, a la Fundación Merco y al Club Rotario, extendiendo su gratitud a todos los clientes que, con sus donaciones a través del redondeo de cuentas, hicieron posible este beneficio.
“Quiero decirle a la gente que hace ese pequeño donativo de 10 centavos, que gracias a su ayuda, a mí ya otras personas nos cambian la vida. Es un recurso que muchas veces nosotros, como personas con discapacidad, no tenemos a la mano o no podemos comprar”, expresó emocionado.
¿QUIÉN ES NOÉ CATARINO?
Noé Catarino Reynoza Durón, de 39 años, nació el 25 de mayo de 1985 en el ejido Huariche, Parras de la Fuente. Hijo de Estefana Durón Contreras y Catarino Reynoza Vázquez, quien falleció cuando Noé era aún muy joven.
Noé estudió hasta el nivel de bachillerato en el CBTA 21. Posteriormente, inició su vida laboral en la fábrica Dickies de Parras, donde trabajó por aproximadamente 11 años.
«Me casé en 2004, a los 19 años, y de ese matrimonio nació mi hija, quien ahora tiene 20 años» comentó Noé. Sin embargo, en 2012, un accidente automovilístico en la carretera Parras-General Cepeda cambió su vida para siempre, dejándolo con paraplejia.
¿Qué es la paraplejia?
La paraplejia es una condición que afecta la movilidad y la sensibilidad en la parte inferior del cuerpo, incluyendo las piernas.
En el caso de Noé, su paraplejia es incompleta, lo que significa que su lesión en la médula espinal no es total, permitiendo cierto grado de movimiento y/o sensibilidad por debajo de la lesión. «Después del accidente, mi vida cambió drásticamente. Pasar de poder caminar, bailar y salir a pasear, a que me digan que no volveré a caminar, fue algo muy fuerte, algo que no cualquiera soporta,» expresó Noé.
A pesar de la adversidad, Noé encontró en su hija la mayor fortaleza para seguir adelante. «Nunca me he dejado caer; mi hija ha sido mi mayor motivación para superarme, pese a mis circunstancias y mi condición física,» añadió.
Noé labora en la Presidencia Municipal de Parras y está muy agradecido por el apoyo y la amistad de todos en especial por la de Fernando Orozco Lara, quien le ha brindado todas las facilidades para poder desarrollarse laboralmente y como persona dentro de su proyecto.
«Así es como disfruto cada segundo desde que tengo esta segunda oportunidad,» concluyó Noé, quien considera que este cambio drástico en su vida le ha enseñado a valorar cada momento, a disfrutar la naturaleza, y a vivir con gratitud y alegría.