La segunda economía más grande del mundo, la china, ha logrado crecer desde 1990 con un promedio de 9 por ciento, ubicándose como la economía que más ha crecido desde la última década del siglo pasado. De hecho, especialistas en el tema aseguran que en la siguiente década el PIB de China será mayor al de los Estados Unidos.
Desde 1990 el gobierno de China había tenido como vertientes principales para el crecimiento económico el impulsado la producción industrial y las exportaciones de manufactura, incluso esa economía asiática hoy es conocida como la fábrica del mundo, además de utilizar el gasto público como un impulsor para incrementar su PIB. Gracias a las políticas industriales del gobierno “comunista” el consumo interno, es decir las compras que realizan los habitantes de ese país, han aumentado, logrando contribuir al crecimiento de la economía.
El gobierno chino ha anunciado que para el 2025 impulsará el consumo interno, es decir provocará que los chinos compren más mercancías, para así lograr impulsar aún más la economía, con un incremento de su Producto Interno Bruto. La principal herramienta que utilizarán serán la tasa de interés, reduciéndola para así aumentar el financiamiento con ello incrementar el consumo y lograr crecer su economía.
De acuerdo con la reunión del politburó chino, máximo órgano gubernamental de ese país, se implementarán subsidios al consumo interno dándole preferencia a la industria automotriz y a la tecnología. Para las empresas pequeñas y medianas empresas se propuso y aprobaron reducciones en los impuestos a pagar.
Sin embargo, existen factores económicos, políticos, sociales y hasta ambientales que generan preocupación para la economía de ese país, como lo es el subempleo, la corrupción existente, así como el enorme y exagerado consumo de energías no renovables.
Para México, para la economía de nuestro país se abre la enorme oportunidad acrecentar el comercio, pues hoy es nuestro segundo socio comercial más importante. País al cual exportamos productos del sector primario, principalmente, sin embargo, al aumentar el PIB de ese país asiático y con el nearshoring podremos atraer inversiones y empleos que podrán contribuir a la economía de México y de los mexicanos.