El consumo de pavo en Navidad tiene un trasfondo histórico y cultural que se remonta a la época prehispánica en México
La tradición de consumir pavo durante la cena de Navidad es tan extendida como emblemática. Sin embargo, pocas personas conocen el origen de este platillo que, a lo largo de los siglos, ha trascendido culturas y continentes.
Su historia se entrelaza con las costumbres prehispánicas de México, la colonización española y la difusión de la gastronomía americana en Europa.
El origen de la tradición
De acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera en la página del Gobierno de México,el guajolote, como es conocido en México. Su nombre en náhuatl, “huexólotl”, se traduce como “gran monstruo”, en referencia a su tamaño y a las plumas ornamentales del macho.
En las culturas prehispánicas, el guajolote era considerado sagrado y se asociaba con deidades como Tezcatlipoca, el sol y la vida. Estas culturas lo incluían en rituales y banquetes importantes, como el Panquetzaliztli, una festividad celebrada en el solsticio de invierno.
Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, se produjo una fusión de costumbres entre los pueblos originarios y los colonizadores. Los españoles adoptaron el consumo del pavo y lo incorporaron a sus celebraciones religiosas, como la Navidad.
Esto facilitó la transición de las comunidades indígenas hacia el catolicismo. Fray Pedro de Gante, en 1528, organizó una de las primeras Navidades en la Nueva España, donde se utilizó la comida como medio para unir a las personas bajo una nueva fé.
El pavo llegó a Europa a través de los viajeros españoles, quienes lo introdujeron en la gastronomía de las monarquías europeas. Al ser considerado un alimento exótico y de alta calidad, su consumo se popularizó entre las clases altas y en celebraciones especiales.
Posteriormente, su crianza y consumo se extendieron a otras regiones del mundo, incluido Estados Unidos, donde se asoció con el Día de Acción de Gracias.
El pavo es apreciado no solo por su simbolismo, sino también por su versatilidad en la cocina. En México, se prepara de diversas maneras, desde asado y relleno hasta acompañado de mole o salsas tradicionales. Además, su carne magra y nutritiva lo convierte en una opción ideal para compartir en familia durante las fiestas.