Salvador Hurtado asegura que el diablo, visto como uno de los grandes antagonistas de la Navidad, es un símbolo vigente desde hace casi 3,000 años, que mantiene una presencia activa en sátiras, farsas, pastorelas y óperas
El diablo es un símbolo que se mantiene vigente desde hace casi 3,000 años, el cual es visualizado como uno de los grandes antagonistas del bien, y de la Navidad, en nuestros días.
Además, su presencia se encuentra en sátiras, farsas, tragedias, pastorelas y óperas y, pese a todo, la revisión de esta figura es, en cierta manera, como estudiar a un recién llegado.
Así lo dice el escritor Salvador Hurtado, autor de Lucifer, Lucifer, una indagación exhaustiva sobre el símbolo del mal en la cultura occidental, quien recuerda que los vestigios neandertales de ritos funerarios datan de hace 40,000 años dan cuenta de un pensamiento religioso y de una creencia en el más allá.
Sin embargo, “la aparición de los demonios en Mesopotamia marca el primer indicio de deidades que encarnaban el daño y el mal sin ningún aspecto positivo a cambio, lo cual ocurrió alrededor del año 3,000 antes de Cristo, es decir, 37,000 años después de los entierros del paleolítico, explica Hurtado.
Así que, sea que uno sea creyente o no, este personaje literario o adversario espiritual es parte de nuestra concepción del mundo y ha tenido una vasta influencia social, política y judicial.
“Es más, tenemos a Donald Trump declarándole la guerra al eje del mal, mientras que los ayatolás llaman a Trump y a Estados Unidos el gran Satán, pero (este personaje) también aparece en videojuegos, en las canciones de los Rolling Stones, en la música metal o en la de concierto, como Fausto de Charles Gounod, así que es un personaje que está en todos lados y que nos sale al paso a cada rato”, advierte.
Hurtado también considera que cuando algún investigador analiza a personajes como Hades o Tezcatlipoca “nadie pestañea, porque son personajes de mitologías ya pasadas, pero si abordamos al personaje de una mitología que aún está vigente, puede provocar un escándalo”.
Ejemplo de esto, afirma el autor, es el hecho de que la Universidad Iberoamericana no le permitió presentar este trabajo como proyecto como tesis, pese a que, en su momento, estuvo avalada por el narrador y ensayista Ignacio Padilla (1968-2016), quien era su sinodal, pero falleció prematuramente en un accidente.
“Entonces me pusieron a otro asesor de tesis, que era más bien un teólogo, quien todo lo quería girar hacia una cuestión religiosa, porque no comprendía que lo valioso de este trabajo “que no es esotérico ni religioso, sino que trata de analizar al diablo en la cultura, sin tomar partido”.
Al final, explica, fue la UNAM la que publicó aquel primer libro que tituló Satanás, una biografía no autorizada, con apoyo del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, que le sirvió de base a este libro.
¿En qué momento aparece el concepto del diablo?, se le pregunta a Hurtado. “La aparición de Satanás, con ese nombre, data del siglo III antes de Cristo, y ocurre en un texto que se considera protocristiano, porque finalmente la figura de Satanás es fundamental para que se desarrollara la idea de la salvación cristiana, es decir, sin un Satanás ¿a qué vino Cristo a salvarnos, ni modo que de la obra del padre?”.
¿Por qué esta figura no fue considerada un dios? “Cuando los hebreos adaptan a su religión la idea del dios, de la luz y el de la sombra, obviamente no podía haber dos dioses, porque se trata de una religión monoteísta. Entonces, toman a Satanás como una criatura que, al ser creada, es buena, perfecta y se convierte en el portador de la luz.
“¡Imagínate!, el primer acto de la creación fue separar la luz de las tinieblas y Lucifer emergió como el portador de la luz, fue el hijo de la mañana y el ser más perfecto de la creación. Pero aquella criatura se rebeló y, por voluntad propia, decidió hacer el mal. Sin embargo, esta criatura sigue sujeta al creador, está condicionada a un dios creador y forma parte de su plan divino.
¿En qué momento de la mitología se registra por primera vez esta rebelión? “Tenemos muchas versiones diferentes sobre la rebelión y caída de los ángeles, porque tenemos textos no canónicos, que fueron hallados recientemente.
“Por ejemplo, en los Rollos del Mar Muerto, hallados hasta 1947, se registra una gran cantidad de versiones sobre la rebelión y la caída de los ángeles, sobre los ángeles inicuos y los gigantes, y una cantidad de historias extraordinaria y todas están referidas ahí en este libro”, concluye.
- TÍTULO: Lucifer, Lucifer
- AUTOR: Salvador Hurtado
- Editorial: Almuzara, México, 2024; 237 pp.
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