Este año Santa nota con agrado, que menos pequeños solicitan tecnología y muchos más piden juguetes tradicionales
Karla Cortez
La Prensa
SABINAS, COAHUILA.- Este 2024, una tierna sorpresa se asoma en las cartas que los niños envían a Santa Claus. A diferencia de los dos años anteriores, cuando sus deseos giraban en torno a celulares, tabletas y videojuegos, este año la magia de la Navidad ha renovado sus corazones. Los pequeños han vuelto a soñar con los juguetes clásicos: muñecas, cocinitas, cabritos, trompos, y tantos otros que evocan la inocencia de un juego en vivo, lejos de las pantallas.
Jaime Hernández, quien con entusiasmo y dedicación se convierte en Santa Claus cada temporada para repartir regalos, compartió lo que ha notado en los eventos. En cada uno, lleva consigo un buzón especial para que los niños puedan depositar sus cartas, y es ahí donde han visto el cambio. «Nos llama mucho la atención y nos llena de alegría ver que los niños están regresando al juego tradicional. No se trata solo de tecnología, sino de reencontrarse con lo simple, lo humano, lo real», expresó con una sonrisa que refleja su profunda emoción.
Este año, Jaime observa que el trabajo ha disminuido, pues muchas personas ahora se visten de Santa para llevar la alegría en la noche de Navidad. Sin embargo, ve esto como algo positivo: «Esto nos obliga a ser más profesionales, a cuidar cada detalle, a hacer que los niños se sientan especiales, que sientan el amor y respeto de Santa Claus, quien con tanto cariño los espera en la víspera de la Navidad».
Junto a él siempre está su fiel compañero, un duende que le ayuda a repartir los regalos, creando momentos llenos de magia y ternura. Y aunque las cartas ya no piden los gadgets de antes, la Navidad sigue viva, más pura que nunca, en los ojos brillantes de los niños que han regresado a soñar con lo simple.