Para los católicos, la Navidad es una fecha muy especial, ya que representa el nacimiento de Jesús, siendo él el protagonista de esta festividad.
Para los católicos, la Navidad es una fecha muy especial, ya que representa el nacimiento de Jesús, siendo él el protagonista de esta festividad, por lo que en los hogares mexicanos es toda una tradición arrullar al Niño Dios durante la noche del 24 de diciembre, convirtiéndose en una de las compras más populares durante la temporada.
Es importante recordar que Navidad no es Santa Claus, no son regalos, es el nacimiento de Jesús. Ahorita sí se venden muchos niños precisamente para eso, para el día 24 arrullar al Niño Dios ó luego pasa que tienen a sus niños guardados en alguna cajita y se rompen, también hacemos restauraciones de Niño Dios”, mencionó Paola García, quien espera con ansias estas fechas para incrementar sus ventas hasta un 90%.
Y aunque lo más común es encontrar las figuras del Niño Dios con atuendos de pasajes bíblicos, actualmente es común verlos vestidos de distintas profesiones, oficios, y hasta de futbolistas, por lo que los vendedores han optado por modernizar esta figura bíblica.
Tenemos el del migrante, el del policía, doctor, el del cirujano que tenemos en verde y en azul, futbolistas tanto de México, de Chivas y del América, también tenemos el de ceremonia –para los que les gusta como trabajar y así-, y también tenemos el del chef”, mencionó Atziri, sobrina de Paola, quien a su corta edad trabaja para perdurar esta tradición familiar.
Paola y Atziri heredaron el amor por esta bella tradición, ya que sus bisabuelos comenzaron con la elaboración de la ropita para vestir al Niño Dios, tal como la mayoría de comerciantes en la calle Talavera en el Centro Histórico, quienes llevan más de 50 años trabajando la elaboración de nacimientos.
El primer año se acostumbra a tener un padrino, y el padrino lo arrulla el día 24 junto con la familia del niño, se acostumbra que se vistan tres años seguidos: el primer año se recomienda que se vista de ropón o de tejidito y se lleva acostadito a la iglesia a bendecir. El siguiente año se viste ya de lo que quiera y puede ir sentadito en unas bases que se les llama piañas para que se vea paradito el Niño Dios”, dijo Paola.
Desde tres hasta 60 centímetros de tamaño, de resina, yeso o plástico, desde los 150 pesos hasta los mil quinientos, con corona o sin ella, o también con silla, son algunas de las opciones que la gente encuentra en la calle Talavera en el Centro Histórico, a donde acuden miles de personas de todo el país, como del extranjero para adquirir sus piezas.
Hay gente que viene de Estados Unidos, mexicanos que vienen a vestir a su Niño Dios, o gente que viene y manda la ropita a Estados Unidos para su Niño Dios, por que solo aquí en México se consiguen”, mencionó Paola.
María y José también son personajes importantes de esta festividad, por lo que el nacimiento es otra de las tradiciones que se acostumbran en los hogares mexicanos, encontrando un sinfín de piezas para todos los gustos, por lo que Karla trabaja durante todo el año en su taller para tenerlas listas en diciembre.
Nuestro taller lo tenemos allá en Chimalhuacán, y hacemos de hecho todo el año, yo todo el año fabrico lo que es el nacimiento que consta de ocho piezas –José y María, los tres reyes, el buey y su angelito-“, dijo Karla Angélica Vargas Pérez.
Y al igual que Paola y Atziri, Karla heredó el gusto por los nacimientos de su familia, aunque comenta, la tradición se ha ido perdiendo un poco.
De hecho lo comenzaron mis abuelos, ya tenemos más de 45, 50 años en esto… “Año con año va perdiéndose un poco, hay muchas familias que dicen “yo quiero mi nacimiento para seguir con la tradición”, y las nuevas generaciones que dicen “ay no, yo no” o dice “soy agnóstico”, de que no creen y así, pero pues va variando, dependiendo de cómo sea su educación, sus tradiciones”.
Pese a ello, trabajan arduamente para que esta tradición siga viva, ya que la elaboración requiere de mucho tiempo y esfuerzo, ya que todo está hecho de manera artesanal, por lo que para elaborar un nacimiento completo requieren como mínimo de tres días.
Desde la fabricación es desde cortar la tela, hasta ya tener el vestido empaquetado, es un proceso que se lleva todo el año, dependiendo de cuántos modelos vayamos a hacer. Un modelo se lleva más o menos como un mes, un modelo completo, pero sí todo el año estamos trabajando”, dijo Paola.
“Va por partes, el vaciado, pulido, horneado, los ojitos, todo es hecho a mano, no hay nada que tenga máquina más que el puro pintado con aerógrafo, pero claro todo es a mano”, puntualizó Karla.
Tanto comerciantes como católicos, hacen una invitación para mantener viva la tradición, y que todos los hogares, sigan siendo bendecidos por el Niño Dios.
Que sigan comprando, que sigan viniendo por sus nacimientos, por sus niños, que no se pierda esta bonita tradición que hay en México”, comenta Karla.
“Que no se pierda esta tradición para seguir por muchas más generaciones… ¡Feliz Navidad!”, dijo Atziri llena de ilusión de poder continuar con esta tradición.