El servicio básico lo cobran hasta 500 pesos
Inflan sus precios aprovechando de la necesidad de los connacionales en su travesía por Coahuila
Alonso Crisante
LA PRENSA
SALTILLO, COAHUILA.- En el regreso de los paisanos a México, especialmente durante las fiestas decembrinas, los viajeros se enfrentan a varios inconvenientes que van más allá de las largas distancias y la mala calidad de las carreteras. Un problema recurrente que se ha sumado a estas dificultades es el abuso por parte de algunas vulcanizadoras, que, al aprovechar la necesidad urgente de los viajeros de reparar sus neumáticos, cobran precios desmesurados por servicios que normalmente son mucho más baratos.
Las carreteras, que en su mayoría se encuentran en mal estado, son la causa principal de los daños a los neumáticos de los vehículos. Al sufrir una ponchadura, las familias se ven obligadas a detener su viaje y buscar un servicio de reparación cercano. Sin embargo, se encuentran con un panorama poco favorable, ya que los precios de las reparaciones son elevados, sobre todo en los servicios móviles que se ubican en las cercanías de las rutas más transitadas por los paisanos.
El costo de una reparación simple, como una parchada de llanta, varía entre 300 y 500 pesos, cuando en circunstancias normales este servicio debería costar entre 100 y 150 pesos. Esta diferencia de precios ha generado un malestar considerable entre los viajeros, quienes se ven obligados a aceptar estas tarifas abusivas debido a la urgencia de retomar su trayecto. Para muchos, la falta de conocimiento técnico sobre cómo reparar las llantas por su cuenta hace que esta situación sea aún más difícil de manejar.
En diversas publicaciones en redes sociales, los paisanos han expresado su inconformidad con estas prácticas, señalando que, en algunos casos, la reparación de un neumático puede llegar a costar lo mismo que comprar uno nuevo. Esto no solo afecta el presupuesto de los viajeros, sino que también agrava las tensiones de un viaje que, por su naturaleza, ya está lleno de retos logísticos y emocionales.
José García López, uno de los afectados, relató su experiencia al ser víctima de esta situación. “Creo que es un abuso lo que están haciendo estas personas, sobre todo las que operan las llamadas vulcanizadoras móviles, ya que cobran dependiendo la distancia y casi sale lo mismo reparar un neumático que comprar uno nuevo. Se aprovechan de que nos quedamos tirados en carretera y que tenemos una necesidad de llegar a nuestro destino”, comentó García, quien tuvo que pagar 500 pesos por la reparación de un neumático mientras se dirigía en su camioneta a Zacatecas.
Este tipo de abusos no es un caso aislado. Numerosas familias han reportado incidentes similares durante su retorno a México, y la preocupación por la falta de regulación en estos servicios ha comenzado a tomar fuerza. Las críticas se han intensificado, especialmente en la temporada navideña, cuando el flujo de paisanos por las carreteras aumenta considerablemente. Los viajeros se sienten vulnerables ante estas situaciones, ya que no tienen más opción que recurrir a estos negocios ante la urgencia de continuar con su viaje.
Para muchos, la necesidad de llegar a su destino hace que no puedan investigar o comparar precios, lo que facilita que los servicios móviles y locales de vulcanización cobren lo que deseen. La situación ha dejado en claro la necesidad de una mayor regulación en el sector, así como la implementación de medidas que protejan los derechos de los consumidores y eviten los abusos por parte de los prestadores de estos servicios.