El narcotráfico y la música: un negocio oculto que impacta a México
El 2024 ha traído consigo una serie de revelaciones que sacuden los cimientos de la industria musical en México. Según la periodista Anabel Hernández, el narcotráfico, liderado por figuras como Néstor Isidro Pérez Salas, alias “El Nini”, ha encontrado en la música una poderosa herramienta para expandir su influencia.
Las investigaciones apuntan a que “El Nini”, exjefe de seguridad de Los Chapitos, no solo ejercía violencia extrema, sino que también desempeñaba un papel estratégico en la promoción de artistas, utilizando la música como vehículo para lavar dinero y legitimar al Cártel de Sinaloa (CDS). Entre los nombres más destacados se encuentra el de Peso Pluma, un ícono de los corridos tumbados.
Peso Pluma y su relación con “El Nini”
La conexión en los narcocorridos
Según Hernández, Peso Pluma, cuyo nombre real es Hassan Emilio Kabande Laija, se benefició directamente del respaldo financiero y logístico de “El Nini”. El cantante habría grabado canciones como “El Belicón” en propiedades controladas por el jefe de sicarios, utilizando armas y vehículos reales pertenecientes al cártel.
La canción, que glorifica los actos violentos del CDS, incluye referencias al Culiacanazo de 2019, donde el Cártel de Sinaloa enfrentó al ejército mexicano para evitar la captura de Ovidio Guzmán López.
Promoción, eventos y ascenso meteórico
Hernández detalla que “El Nini” ofrecía a artistas como Peso Pluma:
- Apoyo financiero: Pago de publicidad, contratación de representantes y promoción en redes sociales.
- Recursos logísticos: Vehículos de lujo, armas y locaciones exclusivas para videoclips.
- Espacios para presentaciones: Conciertos privados en plazas dominadas por Los Chapitos.
El respaldo no solo impulsó la carrera del cantante, sino que también permitió al cártel obtener ganancias económicas y posicionar mensajes que glorifican su cultura.
El modus operandi: cómo la música sirve al narcotráfico
El esquema descrito por Hernández no es casualidad. Según testimonios como el de Guillermo Michel Hernández, alias “El Lagartijo”, «El Nini» identificaba talentos musicales con potencial y los financiaba, a cambio de un porcentaje de sus ganancias.
Objetivos del CDS en la música:
- Lavar dinero: Inversiones en artistas y conciertos para justificar ingresos.
- Difundir propaganda: Narcocorridos que legitiman a los líderes criminales.
- Consolidar influencia: Uso de figuras públicas para normalizar la narcocultura.
Entre las canciones señaladas están temas como “AMG”, “La People” y “Igualito a mi papá”, que exaltan la figura de Joaquín “El Chapo” Guzmán y sus hijos.
Las consecuencias para Peso Pluma
El éxito del cantante no ha estado exento de polémicas. En 2023, recibió amenazas de muerte del CJNG, rival de Los Chapitos, lo que llevó a cancelar un concierto en Tijuana. Más recientemente, las revelaciones de Hernández han afectado su carrera, incluyendo la cancelación de su participación en el prestigioso Festival Viña del Mar 2024.
Impacto social: normalización de la narcocultura
Anabel Hernández ha sido enfática en señalar el peligro de estas relaciones. La música de Peso Pluma y otros artistas no solo glorifica la violencia, sino que también influencia a jóvenes y niños, quienes adoptan los valores del crimen organizado como aspiracionales.
El fenómeno no es nuevo, pero su escala actual es alarmante debido al alcance global de artistas como Peso Pluma, quien ha llevado los corridos tumbados a audiencias internacionales.
¿Qué sigue para la música y la lucha contra el narcotráfico?
Estas revelaciones subrayan la necesidad de:
- Regulación en la industria musical: Monitoreo de financiamientos y temáticas que promuevan la violencia.
- Conciencia social: Educación para contrarrestar la influencia de la narcocultura en las nuevas generaciones.
Acción legal: Investigar a fondo las conexiones entre el narcotráfico y figuras públicas.
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