Entre los objetivos están el aeropuerto internacional de Saná, el puerto de Hodeida y varias centrales eléctricas en la región.
La Fuerza Aérea israelí llevó a cabo el jueves un bombardeo masivo contra tres objetivos clave controlados por los hutíes en Yemen: el aeropuerto internacional de Saná, el puerto de Hodeida y varias centrales eléctricas en la región. Las autoridades israelíes advirtieron que este ataque «no será el último», aumentando la tensión en una región ya frágil.
Un alto funcionario israelí declaró: «La respuesta no es el final de la historia. Cada vez pagarán más». Según medios locales, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han elevado su nivel de alerta ante posibles represalias de los hutíes. El ataque principal tuvo lugar en el aeropuerto de Saná, donde la infraestructura clave, incluida la torre de control y las pistas de aterrizaje, quedó inutilizada. Según informes locales, aviones de combate del ejército yemení también habrían resultado dañados en la operación.
«El aeropuerto ha quedado completamente cerrado, cortando cualquier entrada internacional al país», confirmaron fuentes yemeníes. Paralelamente, las fuerzas israelíes bombardearon el puerto de Hodeida, afectando seriamente su capacidad operativa, y destruyeron centrales eléctricas cercanas.
El líder de los hutíes, Abdel-Malek Al-Houthi, calificó los ataques como «una agresión dirigida a instalaciones civiles» y aseguró que la «disuasión israelí ha fracasado». En una conferencia de prensa, Al-Houthi afirmó que los recientes ataques con drones y misiles desde Yemen hacia Israel, incluidos objetivos en Tel Aviv, son una respuesta directa a estas agresiones.
«Israel enfrenta un desafío de inteligencia en Yemen y ha fallado en obtener la información necesaria», agregó Al-Houthi.
Fuentes israelíes confirmaron a Sky News en árabe que las FDI llevaron a cabo al menos siete ataques en Saná y tres en Hodeida.
«Si los hutíes no entienden por la fuerza, lo harán con más fuerza», declaró un funcionario.
La coordinación de estos ataques incluyó una estrecha colaboración con Estados Unidos y el Reino Unido, según reportó el canal libanés Al Mayadeen. Sin embargo, Israel ha enfrentado críticas por atacar infraestructuras civiles, lo que podría aumentar el descontento popular en Yemen.
«Estamos en una campaña abierta contra Israel, Estados Unidos y el Reino Unido, y tenemos muchas opciones para responder», declaró Hazam al-Assad, un alto funcionario hutí.
Añadió que las acciones israelíes buscan desestabilizar al país creando descontento social. En redes sociales, al-Assad advirtió que «Yemen no es la Siria de al-Jolani», en referencia a la complejidad del conflicto y las capacidades de resistencia de los hutíes. Entre los objetivos atacados figura Abdul Reza Shahlai, un alto comandante de la Fuerza Quds iraní, señalado por Estados Unidos como uno de los principales financistas y estrategas de las operaciones hutíes.
POR: EXCELSIOR