Romina Mircoli, la única hija de Dulce, se pronunció con respecto al deceso de su madre, quien murió a los 69 años, de forma repentina, pues la cantante estaba convencida que se recuperaría, al igual que su unigénita, quien en un conmovedor mensaje, expresó que no está lista de vivir una vida sin su mamá.
La joven publicó un mensaje, dedicado a la cantante durante la madrugada del viernes, en el que denotaba todo el dolor que atraviesa, tras la sorpresiva partida de Dulce, junto a una fotografía en la que su madre camina a lado de su nieto, al que tanto quiso.
Mircoli mostró gratitud a Dios, por la mujer que tuvo como madre, lo que demostró que es creyente, pues tras negarse a realizar las honras funerarias, hubo quien especuló que podría ser debido a que no profesaba ninguna religión.
«No tengo en mi corazón más que agradecimiento a Dios, no pude haber tenido mejor mamá, sé que no hoy no paro de llorar y quizá no pare nunca, pero en estos difíciles momentos, sólo puedo decir gracias», compartió Mircoli.
Romina también agradeció el legado de su madre y la forma en que la crió, afirmando que, ahora, seguirá viviendo a través del hijo que la joven tuvo con Moisés González: «Tú me creaste y vivirás en mí, como vivirás a través de mi hijito, que tiene tus mismos ojitos».
También dejó ver que la acompañó en su enfermedad y hospitalización, hasta el último momento: «Tengo la paz de haber estado hasta el final a tu lado».
Mircoli no dejó pasar desapercibido el hecho de que la cantante puso su carrera en segundo plano, al saber que la esperaba, ejemplo que tendrá presente para priorizar el cuidado de su hijo: «Pasaré todas las pruebas difíciles, sin importar en que forman vengan, de la misma manera que en vida afrontaste todo por mí», mencionó.
La hija de Dulce expresó que su partida fue toda una sorpresa, pues así como su madre, ella estaba convencida de que saldría adelante de los problemas de salud que enfrentaba.
«No estaba lista, mami, tú tampoco, para esto, nunca nadie lo está, no termino de aceptar que jamás volveré a escucharte, jamás volveré a verte, jamás volveré a sentir tu calor de tu abrazo ni el olor de tu cabello, abrazo tu ropa y me ahogo en llanto, te necesito».
Ahora, indicó, su mayor motivación será el de salir adelante por el bien de su pequeño: «Pero ahora me toca a mí ser la mamá y no puedo ser más que fuerte, no me puedo derrumbar, mi chiquito extrañará mucho a su Abu».