A pesar de que se piensa a los felinos como animales fríos e indiferentes, estos solamente tienen una manera diferente de relacionarse que otras mascotas como los perros.
Los gatos son criaturas fascinantes, llenas de misterios y particularidades. Uno de los enigmas más intrigantes para los amantes de los felinos es su conducta a la hora de recibir a sus dueños en casa. Hay días en los que un gato puede saludar con ronroneos y frotarse cariñosamente contra las piernas de su humano, mientras que otros parece ignorarlo por completo, como si fuera un extraño.
Para entender esta actitud, es importante desmitificar la percepción de los gatos como animales fríos o indiferentes. Aunque su manera de relacionarse con los humanos difiere de la de otras mascotas, como los perros, esto no implica una falta de afecto. De hecho, un estudio de la Universidad Estatal de Oregon descubrió que los gatos forman vínculos profundos con sus dueños, pero lo hacen desde su naturaleza independiente y cautelosa. Esta dinámica puede compararse con la interacción entre dos personas, donde las personalidades y los estados de ánimo también juegan un papel fundamental.
En este contexto, las maneras en las que los gatos demuestran su cariño adquieren un significado especial. Sus expresiones de afecto son sutiles y únicas: los ronroneos, por ejemplo, son una de las señales más claras de su apego. Además, cuando se frotan contra las piernas o el cuerpo de su humano, lo marcan con su olor, para integrarlo a su “grupo”. Incluso acciones como las miradas lentas acompañadas de parpadeos, los pequeños mordiscos o los “regalos” que a veces traen tienen un trasfondo emocional que refuerza su vínculo con los humanos, de acuerdo al medio especializado Cat Watch.
Sin embargo, no todos los comportamientos de un gato se interpretan de forma directa. Si un felino parece indiferente al regreso de su dueño, puede deberse a diversas razones, muchas de ellas ajenas al vínculo afectivo. Los gatos son animales de hábitos así que el cansancio o una siesta interrumpida podrían influir en su estado de ánimo. Además, su sensibilidad a los cambios en el ambiente o incluso al estado emocional de su dueño puede alterar su conducta. Por otro lado, el desinterés persistente podría ser una señal de que algo no está bien, como un problema de salud o una falta de atención adecuada.
Otro aspecto importante que influye en su comportamiento es la raza. Algunas razas, como el Ragdoll, el Siamés o el Maine Coon, son conocidas por su disposición más afectuosa y sociable. En contraste, razas como el Azul Ruso o el Bengalí tienden a ser más reservadas. Sin embargo, es esencial recordar que la personalidad de un gato también depende en gran medida de su crianza, las experiencias tempranas y la calidad de interacción que haya tenido con los humanos.
Consejos para lograr que un gato reciba con cariño a su dueño
Los gatos son animales de costumbres que valoran la estabilidad y la tranquilidad. Por esto, establecer un vínculo afectivo con ellos requiere paciencia y dedicación, de acuerdo a la web PetMD. De esta manera, los dueños podrán cambiar ciertos comportamientos para que muestren más cariño.
- Establecer rutinas, ya que los gatos adoran la estabilidad. Si el dueño sigue un horario constante, como horarios fijos para alimentarlos o jugar, el felino se sentirá más seguro y relajado.
- Dedicar tiempo de calidad para jugar con el gato y ofrecerle atención diaria, mediante el uso de juguetes interactivos que estimulen su mente y su cuerpo.
- Respetar su espacio y no forzar el contacto, lo que permite que el gato se acerque por voluntad propia. Esto genera confianza y refuerza el vínculo afectivo.
- Usar refuerzos positivos, como golosinas o caricias, cuando el gato reciba de manera afectuosa. Esto ayuda a asociar el comportamiento deseado con recompensas agradables.
- Proporcionar un ambiente tranquilo, para evitar ruidos fuertes, movimientos bruscos o cambios drásticos en su entorno, ya que estas situaciones pueden generar estrés en el felino.
- Revisar su salud de manera regular, para llevar al gato al veterinario para asegurarse de que esté sano. Los problemas de salud pueden influir en su comportamiento y en la manera en que interactúa con los demás.
Por El Universal