La ley texana define «material sexualmente explícito» como cualquier contenido que describa o represente conducta sexual fuera de los planes de estudio requeridos por las escuelas.
Creemos que los valores más firmes que una Biblia en una iglesia de Texas empiezan a ser contraproducentes… Un distrito escolar de Texas ha eliminado la Biblia de sus bibliotecas tras la implementación de una nueva ley estatal que prohíbe libros con “contenido sexualmente explícito”.
Según un correo electrónico filtrado del superintendente del Distrito Escolar Independiente de Canyon, Darryl Flusche, el texto sagrado fue considerado inadecuado bajo los nuevos estándares establecidos por el Proyecto de Ley 900 de la Cámara de Representantes.
“La Biblia, según lo dispuesto en la HB 900, contiene descripciones de conductas sexuales que exceden los límites permitidos por la legislación,” escribió Flusche en un comunicado dirigido a los padres y personal del distrito.
El Proyecto de Ley 900, aprobado en la última sesión legislativa, define «material sexualmente explícito» como cualquier contenido que describa o represente conducta sexual fuera de los planes de estudio requeridos por las escuelas. Bajo esta estricta regulación, varios textos religiosos, incluyendo la Biblia completa, han sido retirados de las bibliotecas escolares de Canyon ISD.
El superintendente detalló que, aunque el texto completo de la Biblia ya no estará disponible en las bibliotecas de la escuela, 30 títulos relacionados con historias bíblicas o extractos parciales aún podrán ser consultados. Además, Flusche aseguró que aquellos estudiantes que deseen una copia completa podrán obtenerla a través de iglesias locales que colaboran con el distrito.
“Estamos más que dispuestos a ayudar a un estudiante a obtener acceso a una Biblia si lo solicita”, agregó en su comunicado.
Reacciones divididas entre padres y comunidad
La noticia ha generado una ola de reacciones encontradas entre padres y líderes religiosos de la región. Durante una reunión reciente de la junta escolar, Regina Kiehne, madre de dos estudiantes, expresó su indignación ante la decisión. “Me parece absurdo que el Buen Libro haya sido desechado junto con los libros malos” dijo Kiehne, visiblemente molesta.
Kiehne argumentó que, en tiempos donde se requieren medidas de seguridad extremas en las escuelas, tener acceso a la Biblia podría proporcionar consuelo y fortaleza espiritual a los estudiantes.
“Es históricamente exacta, científicamente sólida y, lo más importante, cambia vidas”, afirmó. Como prueba de su importancia cultural, señaló que la Biblia es el libro más vendido y también el más robado de la historia, argumentando que su eliminación socava el sistema de valores del estado.
Aunque muchos padres comparten el enojo de Kiehne, la implementación de la ley no deja margen de maniobra para las autoridades escolares. Según Flusche, el distrito está legalmente obligado a cumplir con las disposiciones de la HB 900, que establece estándares uniformes para el contenido disponible en las bibliotecas escolares de Texas.
Por su parte, críticos de la medida argumentan que esta ley, impulsada originalmente como una herramienta contra el contenido inapropiado, ahora está afectando textos considerados fundamentales para la cultura y el desarrollo espiritual de los estudiantes.
El debate sobre el impacto educativo
Mientras el distrito escolar intenta mantener un balance entre cumplir con la ley y atender las demandas de la comunidad, el caso de la Biblia ha encendido un debate nacional sobre los límites de la censura en las escuelas públicas de Estados Undos. Líderes religiosos, padres y legisladores se encuentran divididos sobre si estas restricciones fortalecen o debilitan los valores culturales y espirituales en el sistema educativo de Texas y otros estados conservadores.
En respuesta a la controversia, algunos grupos han señalado que esta situación subraya la necesidad de una evaluación más matizada de los textos escolares. “Hay una línea delgada entre proteger a los estudiantes y limitar su acceso a textos que son parte fundamental de nuestra historia y valores”, señaló un experto en ética educativa.
Por ahora, la Biblia permanecerá ausente de las bibliotecas escolares, al menos en su versión completa, mientras las comunidades locales buscan formas de adaptarse a las nuevas regulaciones. Las iglesias locales han comenzado a distribuir Biblias para los estudiantes interesados, y algunos padres ya han solicitado exenciones para que sus hijos puedan acceder a textos religiosos dentro del marco escolar.
Excélsior