Por Milenio
La Prensa
Las vacaciones de la familia Švecová en Puerto Vallarta, Jalisco, se vieron interrumpidas luego de que personal del Instituto Nacional de Migración y de la Guardia Nacional los retornaran a República Checa sin explicarles la razón, y por la fuerza.
Robert y Sarka, viajaban con sus dos hijas de 5 y 10 años. Estrenaron la ruta de Praga a Puerto Vallarta que apenas inició operaciones en septiembre para conocer la gastronomía nacional y la riqueza histórica de México.
Pasarían 10 días en distintos destinos de la República, pero lo que pensaron que sería una navidad en el Pacífico, se convirtió en una pesadilla burocrática en otro idioma.
Los hechos se remontan a la madrugada del 17 de diciembre, en el Aeropuerto Internacional de Puerto Vallarta «Licenciado Gustavo Díaz Ordaz», del Grupo Aeroportuario del Pacífico, donde autoridades federales les negaron el ingreso al país, pero nadie supo explicar los motivos de su sorpresiva expulsión.
“Empiezo a preguntar qué pasa, cuál es el problema, que alguien me explique, o algo de información de la deportación… y fui empujado y obligado a separarme de mi familia, lejos de mis hijas, para el autobús que me llevaría en avión.
“El policía me empujó afuera, y cuando todo escaló, me tomó del cuello, y me empujó al autobús con el brazo atrás como un criminal”, denuncia a MILENIO, Robert Švecová.
En las imágenes que Robert pudo captar con su celular, se aprecia cómo un oficial de la Guardia Nacional le escolta y lo toma del brazo. Incluso se puede ver que al percatarse de que lo está grabando, lo amenaza. Cuando, evidentemente, este turista europeo no podía comprender lo que le decía.
«Disculpe me puede permitir regresar con mis hijas, tengo dos hijas, una tiene 5 años, tiene cinco años, grita en inglés Robert Švecová, pero nadie le hace caso.
«No, lo voy a arrestar y lo voy a llevar a la cárcel, amenaza en español».
Robert todavía no sabe lo que sucedió, y trata de sacar conclusiones: “No hay información, de por qué no puedo ingresar al país… tal vez arrogancia; no le gustamos a los oficiales; el oficial no hablaba inglés.
Entiendo que si es tu país debo hablar español, pero la expectativa es que el oficial de inmigarción hable algo de inglés; y fue un asalto físico. Yo nunca había experimentado algo así en mi vida, mucho menos de autoridades, nunca ni un agresor en la calle”, denuncia.
A lo que pudo entender, fue que se le había negado el ingreso por no haber contratado el mismo hotel durante todo el periodo de su estancia en el país.
“Somos mochileros, hacemos turismo con mochila, usualmente no compramos hotel para toda nuestra estancia, porque no nos quedamos en el mismo lugar, nos quedamos dos o tres noches en un destino, para seguir moviéndonos”.
Sarka Švecová fue testigo de cómo se llevaban a su esposo como si de un criminal se tratara, y sin que hubiera algún tipo de asistencia.
“Te sientes como un migrante ilegal, y es el caso, te sientes como nada, porque no te dicen nada, te tratan como nada…
“Con niñas pequeñas, a las 3 de la mañana, no te sientes bien , quedamos muy en shock cómo pasa esto en pleno siglo 21 ¿y por qué? ese es nuestro punto”, cuestiona.
Contactan a embajada para solicitar ayuda
Cuando pudo contactar a la embajada de República Checa en México dijeron que no podían ayudarlos “ya que es un derecho del Estado mexicano no dejarnos entrar”.
“Después de una hora de discusión e intentos de explicar que solo queríamos pasar las vacaciones en México, me di por vencida a pesar de que no había una razón racional para este trato.
«Entonces, después de 40 horas, estábamos de regreso en nuestro país: tristes, absolutamente exhaustos y todavía sin entender qué y por qué sucedió esto”, acusa Sarka.
Esa madrugada, fueron seleccionadas 28 personas de la aeronave, a quienes realizaron entrevistas de hasta tres horas, para luego, sorpresivamente, regresar a ocho a bordo del mismo avión en el que horas antes habían aterrizado.
“El hecho de que no nos dejaran entrar al país no es ilegal: México tiene derecho a no dejarme ingresar, pero… las formas, ¿Cómo se hace? y esa es la denuncia, para que esto no se repita.
“Si el criterio es dinero, ok… probamos que tenemos dinero suficiente para nuestro viaje; si el criterio es conocer a alguien en México, está bien, házmelo saber y me aseguro que tenga todos los papeles listos… y pasamos todos los criterios, porque viajamos… hemos estado en Australia, Estados Unidos…”
Ante ello, Robert aseguró no volver a viajar a México, pese a que algo cambie.
“Para mi personalmente nunca vuelvo a viajar a México, hasta que algo cambie, gastamos buena cantidad de dinero, mucho tiempo, energía, y regresar sin razón”, advierte Robert desde República Checa.
